Encontrados 15 resultados para: Enterado

  • Abimelec dijo: "No sé quién ha podido hacerlo; tú no me lo habías dicho, ni yo me había enterado hasta hoy". (Génesis 21, 26)

  • Me he enterado de que en Egipto hay grano en venta; bajad allá y comprad para nuestra subsistencia y para que no muramos". (Génesis 42, 2)

  • El Faraón se había también enterado de lo sucedido y trataba de matar a Moisés. Moisés huyó del Faraón y se detuvo en la tierra de Madián, sentándose junto a un pozo. (Exodo 2, 15)

  • Pero unos malvados dijeron: "¿Y éste es el que nos va a salvar?". Lo despreciaron y no le rindieron honores. Mas Saúl ni se dio por enterado. (I Samuel 10, 27)

  • lo llamó y le dijo: "¿No te juré yo por el Señor y te advertí seriamente que el día que salieras o te fueras a algún sitio, morirías sin remedio, y me respondiste que te parecía bien y que quedabas enterado? (I Reyes 2, 42)

  • Enterado Senaquerib del rumor de que Tirjaca, rey de Etiopía, había salido a luchar contra él, volvió a mandar mensajeros a Ezequías, diciendo: (II Reyes 19, 9)

  • Estás enterado de lo que los reyes de Asiria han hecho con todos los países, entregándolos al exterminio, y ¿vas a escapar tú? (II Reyes 19, 11)

  • ¿No estás enterado? De antiguo lo he preparado, desde tiempos remotos lo tengo decidido; ahora lo llevo a efecto. Así redujiste a montones de escombros las ciudades fortificadas; (II Reyes 19, 25)

  • Un ninivita dijo al rey que era yo quien los había enterrado a escondidas. Cuando supe que el rey estaba enterado de todo y que me buscaba para matarme, tuve miedo y huí. (Tobías 1, 19)

  • Nicanor, enterado de que Judas y su gente andaban por Samaría, se dispuso a atacarlos con toda seguridad un día de sábado. (II Macabeos 15, 1)

  • Al día siguiente del asesinato de Godolías, del cual todavía nadie estaba enterado, (Jeremías 41, 4)

  • Por esto también la gente le salió al encuentro, pues se habían enterado de que había hecho este milagro. (Juan 12, 18)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina