Encontrados 18 resultados para: Encontré

  • le imputa falsos delitos y la difama diciendo: Me casé con esta mujer, pero cuando me uní a ella no la encontré virgen, (Deuteronomio 22, 14)

  • Cuando por la mañana me fui a levantar para dar el pecho a mi hijo, lo encontré muerto. Pero, examinándole luego atentamente a la luz del día, vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz". (I Reyes 3, 21)

  • Yo los reuní junto al río que corre hacia Ahavá, donde estuvimos acampados tres días. Al pasar revista a la expedición, encontré laicos y sacerdotes, pero ningún levita. (Esdras 8, 15)

  • Mi Dios me inspiró la idea de reunir a los nobles, a los prefectos y al pueblo para hacer el censo. Tomé el libro del registro genealógico de los que habían vuelto la primera vez, y encontré escrito en él lo siguiente: (Nehemías 7, 5)

  • pasé de nuevo, y ya no estaba; lo busqué, pero no lo encontré. (Salmos 37, 36)

  • El ultraje quebró mi corazón, estoy perdido, esperé compasión, pero fue en vano, consoladores, y no encontré ni uno. (Salmos 69, 21)

  • En mi lecho, por la noche, busqué al amor de mi vida; lo busqué, pero no lo encontré. (Cantar 3, 1)

  • Me levantaré, recorreré la ciudad; por las calles y las plazas buscaré al amor de mi vida... Lo busqué, pero no lo encontré. (Cantar 3, 2)

  • Apenas los había pasado cuando encontré al amor de mi vida. Lo abracé y no lo he de soltar hasta que no lo haga entrar en la casa de mi madre, en la alcoba de la que me engendró. (Cantar 3, 4)

  • Abrí a mi amor, pero mi amor se había ido. Se me fue el alma tras de él. Lo busqué y no lo encontré, lo llamé y no me respondió. (Cantar 5, 6)

  • Incliné a ella mi oído y la recibí, y encontré mucha instrucción. (Eclesiástico 51, 16)

  • Dirigí hacia ella mi alma, y en la pureza la encontré. Apliqué a ella mi corazón desde el principio; por esto jamás seré abandonado. (Eclesiástico 51, 20)


“O verdadeiro servo de Deus é aquele que usa a caridade para com seu próximo, que está decidido a fazer a vontade de Deus a todo custo, que vive em profunda humildade e simplicidade”. São Padre Pio de Pietrelcina