Encontrados 1411 resultados para: vosotros

  • Llamó Faraón a Moisés y a Aarón, durante la noche, y les dijo: «Levantaos y salid de en medio de mi pueblo, vosotros y los israelitas, e id a dar culto a Yahveh, como habéis dicho. (Exodo 12, 31)

  • Una misma ley habrá para el nativo y para el forastero que habita en medio de vosotros.» (Exodo 12, 49)

  • Moisés tomó consigo los huesos de José, pues éste había hecho jurar solemnemente a los israelitas, diciendo: « Ciertamente Dios os visitará, y entonces llevaos de aquí mis huesos con vosotros." (Exodo 13, 19)

  • Yahveh peleará por vosotros, que vosotros no tendréis que preocuparos.» (Exodo 14, 14)

  • Los israelitas les decían: «¡Ojalá hubiéramos muerto a manos de Yahveh en la tierra de Egipto cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta hartarnos! Vosotros nos habéis traído a este desierto para matar de hambre a toda esta asamblea.» (Exodo 16, 3)

  • Yahveh dijo a Moisés: «Mira, yo haré llover sobre vosotros pan del cielo; el pueblo saldrá a recoger cada día la porción diaria; así le pondré a prueba para ver si anda o no según mi ley. (Exodo 16, 4)

  • "Ya habéis visto lo que he hecho con los egipcios, y cómo a vosotros os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí. (Exodo 19, 4)

  • Ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; (Exodo 19, 5)

  • Dijo Yahveh a Moisés: Así dirás a los israelitas: Vosotros mismos habéis visto que os he hablado desde el cielo. (Exodo 20, 22)

  • No maltratarás al forastero, ni le oprimirás, pues forasteros fuisteis vosotros en el país de Egipto. (Exodo 22, 20)

  • No oprimas al forastero; ya sabéis lo que es ser forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. (Exodo 23, 9)

  • Vosotros daréis culto a Yahveh, vuestro Dios, yo bendeciré tu pan y tu agua. Y apartaré de ti las enfermedades. (Exodo 23, 25)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina