Encontrados 286 resultados para: rostro

  • Yahveh respondió a Josué: «¡Arriba! ¡Vamos! ¿Por qué te estás así rostro en tierra? (Josué 7, 10)

  • Cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el Angel de Yahveh subía en la llama. Manóaj y su mujer lo estaban viendo y cayeron rostro en tierra. (Jueces 13, 20)

  • Cayó ella sobre su rostro y se postró en tierra y le dijo: «¿Cómo he hallado gracia a tus ojos para que te fijes en mí, que no soy más que una extranjera?» (Rut 2, 10)

  • Se marchó el muchacho y David se levantó de junto a la loma y, cayendo sobre su rostro en tierra, se postró tres veces. Se abrazaron los dos y lloraron copiosamente. (I Samuel 20, 41)

  • tras lo cual se levantó David, salió de la cueva y gritó detrás de Saúl: «¡Oh rey, mi señor!» Volvió Saúl la vista, e inclinándose David, rostro en tierra, se postró ante él, (I Samuel 24, 9)

  • Se levantó ella y se postró rostro en tierra diciendo: «Tu sierva es una esclava para lavar los pies de los siervos de mi señor.» (I Samuel 25, 41)

  • Saúl le preguntó: «¿Qué aspecto tiene?» Ella respondió: «Es un hombre anciano que sube envuelto en su manto.» Comprendió Saúl que era Samuel y cayendo rostro en tierra se postró. (I Samuel 28, 14)

  • Llegó Meribbaal, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, adonde David y cayendo sobre su rostro se postró. David le dijo: «Meribbaal», y respondió: «Aquí tienes a tu siervo.» (II Samuel 9, 6)

  • Entró, pues, donde el rey la mujer de Técoa y cayendo sobre su rostro en tierra se postró y dijo: «¡Sálvame, oh rey!» (II Samuel 14, 4)

  • Cayó Joab sobre su rostro en tierra y postrándose bendijo al rey. Joab dijo: «Hoy ha conocido tu siervo que ha hallado gracia a tus ojos, oh rey mi señor, pues ha cumplido el rey el deseo de su siervo.» (II Samuel 14, 22)

  • Pero el rey dijo: «Que se retire a su casa, pues no ha de ver mi rostro.» Y Absalón se retiró a su casa sin ver el rostro del rey. (II Samuel 14, 24)

  • Absalón estuvo en Jerusalén dos años sin ver el rostro del rey. (II Samuel 14, 28)


“Uma só coisa é necessária: estar perto de Jesus”. São Padre Pio de Pietrelcina