Encontrados 156 resultados para: ofrenda

  • deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda. (Mateo 5, 24)

  • Y Jesús le dice: «Mira, no se los digas a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio. (Mateo 8, 4)

  • Pero vosotros decís: El que diga a su padre o a su madre: "Lo que de mí podrías recibir como ayuda es ofrenda", (Mateo 15, 5)

  • Y también: "Si uno jura por el altar, eso no es nada; mas si jura por la ofrenda que está sobre él, queda obligado." (Mateo 23, 18)

  • ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda, o el altar que hace sagrada la ofrenda? (Mateo 23, 19)

  • «Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio.» (Marcos 1, 44)

  • Si uno dice a su padre o a su madre: "Lo que de mí podrías recibir como ayuda lo declaro Korbán - es decir: ofrenda -", (Marcos 7, 11)

  • Y él le ordenó que no se lo dijera a nadie. Y añadió: «Vete, muéstrate al sacerdote y haz la ofrenda por tu purificación como prescribió Moisés para que les sirva de testimonio.» (Lucas 5, 14)

  • Entonces Pablo tomó al día siguiente a los hombres, y habiéndose purificado con ellos, entró en el Templo para declarar el cumplimiento del plazo de los días de la purificación cuando se había de presentar la ofrenda por cada uno de ellos. (Hechos 21, 26)

  • Porque el servicio de esta ofrenda no sólo provee a las necesidades de los santos, sino que redunda también en abundantes acciones de gracias a Dios. (II Corintios 9, 12)

  • Y aun cuando mi sangre fuera derramada como libación sobre el sacrificio y la ofrenda de vuestra fe, me alegraría y congratularía con vosotros. (Filipenses 2, 17)

  • Por la fe, Abraham, sometido a la prueba, presentó a Isaac como ofrenda, y el que había recibido las promesas, ofrecía a su unigénito , (Hebreos 11, 17)


“Sigamos o caminho que nos conduz a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina