Encontrados 23 resultados para: noticias

  • A su hija Sarra le dijo: «Vas al lado de tu suegro, pues desde ahora ellos son padres tuyos igual que los que te han engendrado. Vete en paz, hija. Que tenga buenas noticias de ti, mientras yo viva.» Y saludándoles, se despidió de ellos. (Tobías 10, 12)

  • Mem. no tiene que temer noticias malas, Nun. firme es su corazón, en Yahveh confiado. (Salmos 112, 7)

  • Cuando Judas y el pueblo oyeron tales noticias, reunieron una gran asamblea para deliberar sobre lo que habían de hacer para socorrer a sus hermanos puestos en angustia y combatidos de enemigos. (I Macabeos 5, 16)

  • Ante tales noticias, quedó el rey consternado, presa de intensa agitación, y cayó en cama enfermo de pesadumbre por no haberle salido las cosas como él quisiera. (I Macabeos 6, 8)

  • Al oír estas noticias quedó profundamente afectado, prendió a los hombres que venían a matarle y les dio muerte, pues sabía que pretendían asesinarle. (I Macabeos 16, 22)

  • Cuando llegaron al rey noticias de lo sucedido, sacó la conclusión de que Judea se separaba; por eso regresó de Egipto, rabioso como una fiera, tomó la ciudad por las armas, (II Macabeos 5, 11)

  • Pero noticias venidas del Oriente y del Norte le turbarán; saldrá entonces con gran furor, con ánimo de destruir y exterminar a muchos. (Daniel 11, 44)

  • Sus discípulos llevaron a Juan todas estas noticias. Entonces él, llamando a dos de ellos, (Lucas 7, 18)

  • Espero en el Señor Jesús poder enviaros pronto a Timoteo, para quedar también yo animado con vuestras noticias. (Filipenses 2, 19)

  • Por lo cual también yo, no pudiendo soportar ya más, le envié para tener noticias de vuestra fe, no fuera que el Tentador os hubiera tentado y que nuestro trabajo quedara reducido a nada. (I Tesalonicenses 3, 5)

  • Nos acaba de llegar de ahí Timoteo y nos ha traído buenas noticias de vuestra fe y vuestra caridad; y dice que conserváis siempre buen recuerdo de nosotros y que deseáis vernos, así como nosotros a vosotros. (I Tesalonicenses 3, 6)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina