Encontrados 38 resultados para: montañas

  • y a los joritas en las montañas de Seír hasta El Parán, que está frente al desierto. (Génesis 14, 6)

  • ¿Van a poder decir los egipcios: Por malicia los ha sacado, para matarlos en las montañas y exterminarlos de la faz de la tierra? Abandona el ardor de tu cólera y renuncia a lanzar el mal contra tu pueblo. (Exodo 32, 12)

  • Pues Yahveh tu Dios te conduce a una tierra buena, tierra de torrentes, de fuentes y hontanares que manan en los valles y en las montañas, (Deuteronomio 8, 7)

  • tierra donde el pan que comas no te será racionado y donde no carecerás de nada; tierra donde las piedras tienen hierro y de cuyas montañas extraerás el bronce. (Deuteronomio 8, 9)

  • y la mano de Madián pesó sobre Israel. Para escapar de Madián, los israelitas se valieron de las hendiduras de las montañas, de las cuevas y las cumbres escarpadas. (Jueces 6, 2)

  • Después dijo a su padre: «Que se me conceda esta gracia: déjame dos meses para ir a vagar por las montañas y llorar con mis compañeras mi virginidad.» (Jueces 11, 37)

  • Se eligió Saúl 3.000 hombres de Israel; había 2.000 con Saúl en Mikmás y en las montañas de Betel, y mil con Jonatán en Gueba de Benjamín, y el resto del pueblo lo devolvió a sus tiendas. (I Samuel 13, 2)

  • La gloria, Israel, ha sucumbido en tus montañas. ¡Cómo han caído los héroes! (II Samuel 1, 19)

  • Montañas de Gelboé: Ni lluvia ni rocío sobre vosotras, campos de perfidia, porque allí fue deshonrado el escudo de los héroes. (II Samuel 1, 21)

  • Le dijo: «Sal y ponte en el monte ante Yahveh.» Y he aquí que Yahveh pasaba. Hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y quebrantaba las rocas ante Yahveh; pero no estaba Yahveh en el huracán. Después del huracán, un temblor de tierra; pero no estaba Yahveh en el temblor. (I Reyes 19, 11)

  • Los servidores del rey de Aram le dijeron: «Su Dios es un Dios de las montañas; por eso fueron más fuertes que nosotros. Pero atacaremos en la llanura y ¿no seremos más fuertes que ellos? (I Reyes 20, 23)

  • De ellos destinó 70.000 para el transporte de cargas, 80.000 para las canteras en las montañas y 3.600 como capataces para hacer trabajar al pueblo. (II Crónicas 2, 17)


“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina