Encontrados 41 resultados para: llorar

  • y ella misma fue a sentarse enfrente, a distancia como de un tiro de arco, pues decía: «No quiero ver morir al niño.» Sentada, pues, enfrente, se puso a llorar a gritos. (Génesis 21, 16)

  • Dijo Esaú a su padre: «¿Es que tu bendición es única, padre mío? ¡Bendíceme también a mí, padre mío!» Isaac guardó silencio y Esaú alzó la voz y rompió a llorar. (Génesis 27, 38)

  • José tuvo que darse prisa, porque le daban ganas de llorar de emoción por su hermano, y entrando en el cuarto lloró allí. (Génesis 43, 30)

  • (Y se echó a llorar a gritos, y lo oyeron los egipcios, y lo oyó hasta la casa de Faraón.) (Génesis 45, 2)

  • Moisés oyó llorar al pueblo, cada uno en su familia, a la puerta de su tienda. Se irritó mucho la ira de Yahveh. A Moisés le pareció mal, (Números 11, 10)

  • Así que el Angel de Yahveh dijo estas palabras a todos los israelitas, el pueblo se puso a llorar a gritos. (Jueces 2, 4)

  • Después dijo a su padre: «Que se me conceda esta gracia: déjame dos meses para ir a vagar por las montañas y llorar con mis compañeras mi virginidad.» (Jueces 11, 37)

  • La mujer de Sansón se puso a llorar sobre él, y dijo: «Tú me odias y no me amas. Has propuesto una adivinanza a los hijos de mi pueblo y a mí no me la has explicado.» El le respondió: «Ni a mi padre ni a mi madre se la he explicado ¿y te la voy a explicar a ti?» (Jueces 14, 16)

  • Los israelitas subieron a llorar delante de Yahveh hasta la tarde y luego consultaron a Yahveh diciendo: «¿He de entablar combate otra vez contra los hijos de mi hermano Benjamín?» Yahveh respondió: «Subid contra él.» (Jueces 20, 22)

  • Que Yahveh os conceda encontrar vida apacible en la casa de un marido.» Y las besó. Pero ellas rompieron a llorar, (Rut 1, 9)

  • Ellas rompieron a llorar de nuevo; después Orpá besó a su suegra y se volvió a su pueblo, pero Rut se quedó junto a ella. (Rut 1, 14)

  • Cuando David hubo acabado de decir estas palabras a Saúl, dijo Saúl: «¿Es ésta tu voz, hijo mío David?» Y alzando Saúl su voz, rompió a llorar, (I Samuel 24, 17)


“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina