Encontrados 306 resultados para: jefes

  • el rey Roboam hizo en su lugar escudos de bronce, que confió a los jefes de la guardia que custodiaban la entrada de la casa del rey. (I Reyes 14, 27)

  • Ben Hadad escuchó al rey Asá y envió a los jefes de su ejército contra las ciudades de Israel, conquistando Iyyón, Dan y Abel Bet Maaká, todo el Kinerot y todo el país de Neftalí. (I Reyes 15, 20)

  • «Ajab dijo: «¿Por medio de quién?» Respondió: «Así dice Yahveh: Por medio de los jóvenes de los jefes de distritos.» Preguntó Ajab: «¿Quién debe entablar el combate?» Respondió: «Tú.» (I Reyes 20, 14)

  • Pasó revista a los jóvenes de los jefes de distritos, que eran 232; después de ellos, pasó revista a todo el pueblo, todos los israelitas, 7.000. (I Reyes 20, 15)

  • Salieron en cabeza los jóvenes de los jefes de distritos. Enviaron a avisar a Ben Hadad: «Han salido algunos jóvenes de Samaría.» (I Reyes 20, 17)

  • Salieron, pues, de la ciudad aquellos jóvenes de los jefes de los distritos y el ejército detrás de ellos. (I Reyes 20, 19)

  • Ahora bien, el rey de Aram había ordenado a los jefes de los carros: «No ataquéis ni a chicos ni a grandes, sino tan sólo al rey de Israel.» (I Reyes 22, 31)

  • Cuando los jefes de los carros vieron a Josafat, dijeron: «Seguro que es el rey de Israel.» Y le rodearon para cargar sobre él. Pero Josafat gritó. (I Reyes 22, 32)

  • Y viendo los jefes de los carros que no era el rey de Israel se apartaron de él. (I Reyes 22, 33)

  • Ya ha bajado fuego del cielo y ha devorado a los dos jefes de cincuenta anteriores y a sus cincuenta; pues que ahora mi vida sea preciosa a tus ojos.» (II Reyes 1, 14)

  • Pasó Joram a Saír con todos sus carros. Se levantó por la noche y batió a Edom que le tenía cercado a él y a los jefes de los carros, pero el pueblo huyó a sus tiendas. (II Reyes 8, 21)

  • Cuando llegó estaban los jefes del ejército sentados y dijo: «Tengo una palabra para ti, jefe.» Jehú preguntó: «¿Para quién de nosotros?» Respondió: «Para ti, jefe.» (II Reyes 9, 5)


“Façamos o bem, enquanto temos tempo à nossa disposição. Assim, daremos glória ao nosso Pai celeste, santificaremos nós mesmos e daremos bom exemplo aos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina