Encontrados 11 resultados para: hiel

  • El ángel añadió: «Abre el pez, sácale la hiel, el corazón y el hígado y guárdatelo, y tira los intestinos; porque su hiel, su corazón y su hígado son remedios útiles.» (Tobías 6, 5)

  • El joven abrió el pez y tomó la hiel, el corazón y el hígado. Asó parte del pez y lo comió, salando el resto. Luego continuaron su camino, los dos juntos, hasta cerca de Media. (Tobías 6, 6)

  • Preguntó entonces el muchacho al ángel: «Hermano Azarías, ¿qué remedios hay en el corazón, el hígado y la hiel del pez?» (Tobías 6, 7)

  • Cuanto a la hiel, untando con ella los ojos de un hombre atacado por manchas blancas, y soplando sobre las manchas, queda curado.» (Tobías 6, 9)

  • Prosiguieron, pues, los dos juntos; el ángel le dijo: «Toma contigo la hiel.» El perro seguía detrás de ellos. (Tobías 11, 4)

  • Untale los ojos con la hiel del pez, y el remedio hará que las manchas blancas se contraigan y se le caerán como escamos de los ojos. Y así tu padre podrá mirar y ver la luz.» (Tobías 11, 8)

  • Corrió hacia él Tobías, llevando en la mano la hiel del pez; le sopló en los ojos y abrazándole estrechamente le dijo: «¡Ten confianza, padre!» Y le aplicó el remedio y esperó; (Tobías 11, 11)

  • me cerca con sus tiros, traspasa mis entrañas sin piedad y derrama por tierra mi hiel. (Job 16, 13)

  • su alimento en sus entrañas se corrompe, en su interior se le hace hiel de áspid. (Job 20, 14)

  • le dieron a beber vino mezclado con hiel; pero él, después de probarlo, no quiso beberlo. (Mateo 27, 34)

  • porque veo que tú estás en hiel de amargura y en ataduras de iniquidad.» (Hechos 8, 23)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina