Encontrados 535 resultados para: cuanto

  • Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac. (Génesis 25, 5)

  • En cuanto vio Jacob a Raquel, hija de Labán, el hermano de su madre, y las ovejas de Labán, hermano de su madre, acercóse Jacob y revolvió la piedra de sobre la boca y abrevó los ovejas de Labán, el hermano de su madre. (Génesis 29, 10)

  • En cuanto oyó Labán hablar de Jacob, el hijo de su hermana, corrió a su encuentro, le abrazó, le bezó y le llevó a su casa. Entonces él contó a Labán toda esta historia, (Génesis 29, 13)

  • Respondió Labán y dijo a Jacob: «Estas hijas son mías, estos hijos son mis hijos, y estas ovejas mis ovejas, todo cuanto ves, mío es. Y, ¿qué voy a hacerles hoy a estas mis hijas?, ¿o a los hijos que me dieron? (Génesis 31, 43)

  • Pedidme cualquier dote, por grande que sea, que yo os daré cuanto me digáis; pero dadme a la muchacha por mujer.» (Génesis 34, 12)

  • se apoderaron de sus rebaños, vacadas y asnos, cuanto había en la ciudad y cuanto había en el campo, (Génesis 34, 28)

  • José ganó su favor y entró a su servico, y su señor le puso al frente de su casa y todo cuanto tenía se lo confió. (Génesis 39, 4)

  • Desde entonces le encargó de toda su casa y de todo lo que tenía, y Yahveh bendijo la casa del egipcio en atención a José, extendiéndose la bendición de Yahveh a todo cuanto tenía en casa y en el campo. (Génesis 39, 5)

  • Pero él rehusó y dijo a la mujer de su señor: «He aquí que mi señor no me controla nada de lo que hay en su casa, y todo cuanto tiene me lo ha confiado. (Génesis 39, 8)

  • ¿No es él mayor que y o en esta casa? Y sin embargo, no me ha vedado absolutamente nada más que a ti misma, por cuanto eres su mujer. ¿Cómo entonces voy a hacer este mal tan grande, pecando contra Dios?» (Génesis 39, 9)

  • El alcaide no controlaba absolutamente nada de cuanto administraba José, ya que Yahveh le asistía y hacía prosperar todas sus empresas. (Génesis 39, 23)

  • En cuanto al jefe de panaderos, le colgó: tal y como les había interpretado José. (Génesis 40, 22)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina