Encontrados 100 resultados para: comenzó

  • Así descansó la espada en Israel. Jonatán se estableció en Mikmas, comenzó a juzgar al pueblo e hizo desaparecer de Israel a los impíos. (I Macabeos 9, 73)

  • Demetrio comenzó a reinar el año 167. (I Macabeos 11, 19)

  • y el pueblo comenzó a escribir en las actas y contratos: «En el año primero de Simón, gran sumo sacerdote, estratega y hegumeno de los judíos. (I Macabeos 13, 42)

  • Cendebeo llegó a Yamnia y comenzó a hostigar al pueblo, efectuar incursiones por Judea, capturar prisioneros y matar. (I Macabeos 15, 40)

  • Cuando Seleuco dejó esta vida y Antíoco, por sobrenombre Epífanes, comenzó a reinar, Jasón, el hermano de Onías, usurpó el sumo pontificado, (II Macabeos 4, 7)

  • Así comenzó entonces, herido, a abatir su excesivo orgullo y a llegar al verdadero conocimiento bajo el azote divino, en tensión a cada instante por los dolores. (II Macabeos 9, 11)

  • Veintiún años tenía Sedecías cuando comenzó a reinar y reinó once años en Jerusalén; el nombre de su madre era Jamital, hija de Jeremías, de Libná. (Jeremías 52, 1)

  • En el año treinta y seis de la deportación de Joaquín, rey de Judá, en el mes doce, el veinticinco del mes, Evil Merodak, rey de Babilonia, hizo gracia en el año en que comenzó a reinar, a Joaquín, rey de Judá, y lo sacó de la cárcel. (Jeremías 52, 31)

  • Jonás comenzó a adentrarse en la ciudad, e hizo un día de camino proclamando: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida.» (Jonás 3, 4)

  • Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado.» (Mateo 4, 17)

  • Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día. (Mateo 16, 21)

  • Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. (Mateo 26, 37)


“A prática das bem-aventuranças não requer atos de heroísmo, mas a aceitação simples e humilde das várias provações pelas quais a pessoa passa.” São Padre Pio de Pietrelcina