Encontrados 282 resultados para: causa

  • Pero Yahveh no quiso destruir a Judá a causa de David su siervo según lo que le había dicho, que le daría una lámpara en su presencia para siempre. (II Reyes 8, 19)

  • Pero Yahveh tuvo piedad y se compadeció de ellos volviéndose a ellos a causa de su alianza con Abraham, Isaac y Jacob y no quiso aniquilarlos ni echarlos lejos de su rostro. (II Reyes 13, 23)

  • Cuanto al estrado del trono de la Casa de Yahveh, que se había construido en ella, y la entrada exterior del rey, lo quitó por causa del rey de Asiria. (II Reyes 16, 18)

  • Esto sucedió a causa de la cólera de Yahveh contra Jerusalén y Judá, hasta que los arrojó de su presencia. Sedecías se rebeló contra el rey de Babilonia. (II Reyes 24, 20)

  • Saúl murió a causa de la infidelidad que había cometido contra Yahveh, porque no guardó la palabra de Yahveh y también por haber interrogado y consultado a una nigromante, (I Crónicas 10, 13)

  • Y los sacerdotes no pudieron continuar en el servicio a causa de la nube, porque la gloria de Yahveh llenaba la Casa de Dios. (II Crónicas 5, 14)

  • «También al extranjero, que no es de tu pueblo Israel, el que viene de un país lejano a causa de tu gran Nombre, tu mano fuerte y tu tenso brazo, cuando venga a orar en esta Casa, (II Crónicas 6, 32)

  • Pero Yahveh no quiso destruir la casa de David, a causa de la alianza que había hecho con David, porque le había prometido que le daría siempre una lámpara a él y a sus hijos. (II Crónicas 21, 7)

  • tú mismo padecerás grandes enfermedades y una dolencia de entrañas tal, que día tras día se te saldrán fuera a causa de la enfermedad.» (II Crónicas 21, 15)

  • Y al cabo de cierto tiempo, al fin del año segundo, se le salieron las entrañas a causa de su enfermedad, y murió en medio de terribles dolores. El pueblo no le encendió fuego, como lo había encendido por su padre. (II Crónicas 21, 19)

  • Puso porteros junto a las puertas de la Casa de Yahveh para que no entrase ninguno que por cualquier causa fuese inmundo. (II Crónicas 23, 19)

  • Abandonaron la Casa de Yahveh, el Dios de sus padres, y sirvieron a los cipos y a los ídolos; la cólera estalló contra Judá y Jerusalén a causa de esta culpa suya. (II Crónicas 24, 18)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina