Encontrados 766 resultados para: �Jesús

  • Y he aquí que toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, en viéndole, le rogaron que se retirase de su término. (Mateo 8, 34)

  • En esto le trajeron un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: «¡ Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados.» (Mateo 9, 2)

  • Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: «¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: "Tus pecados te son perdonados", o decir: (Mateo 9, 4)

  • Cuando se iba de allí, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme.» El se levantó y le siguió. (Mateo 9, 9)

  • Y sucedió que estando él a la mesa en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos. (Mateo 9, 10)

  • Jesús les dijo: «Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán. (Mateo 9, 15)

  • Jesús se levantó y le siguió junto con sus discípulos. (Mateo 9, 19)

  • Jesús se volvió, y al verla le dijo: «¡Animo!, hija, tu fe te ha salvado.» Y se salvó la mujer desde aquel momento. (Mateo 9, 22)

  • Al llegar Jesús a casa del magistrado y ver a los flautistas y la gente alborotando, (Mateo 9, 23)

  • Cuando Jesús se iba de allí, al pasar le siguieron dos ciegos gritando: «¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!» (Mateo 9, 27)

  • Y al llegar a casa, se le acercaron los ciegos, y Jesús les dice: «¿Creéis que puedo hacer eso?» Dícenle: «Sí, Señor.» (Mateo 9, 28)

  • Y se abrieron sus ojos. Jesús les ordenó severamente: «¡Mirad que nadie lo sepa!» (Mateo 9, 30)


“O trabalho é tão sagrado como a oração”. São Padre Pio de Pietrelcina