Encontrados 18 resultados para: tranquilidad

  • Te nacerá un hijo, que será hombre de paz; yo lo haré vivir en paz con todos los enemigos de su alrededor, porque su nombre será Salomón, y mientras él viva, concederé paz y tranquilidad a Israel. (I Crónicas 22, 9)

  • Edificó ciudades fortificadas en Judá, porque el país estaba en paz, y durante aquellos años nadie le hizo la guerra ya que el Señor le había dado tranquilidad. (II Crónicas 14, 5)

  • Entonces Asá dijo a Judá: "Construyamos estas ciudades, rodeándolas de murallas, torres, puertas y cerrojos. Tenemos el país a nuestra disposición, porque hemos buscado al Señor, nuestro Dios, y por eso, él nos ha buscado a nosotros y nos ha dado tranquilidad por todas partes". Y ellos construyeron las ciudades con todo éxito. (II Crónicas 14, 6)

  • El reinado de Josafat gozó de tranquilidad, y su Dios le dio paz por todas partes. (II Crónicas 20, 30)

  • Por eso vamos a tomar precauciones para el futuro, a fin de asegurar a todos los hombres la tranquilidad y la paz del reino, (Ester 16, 8)

  • ¡No tengo calma, ni tranquilidad, ni sosiego, sólo una constante agitación! (Job 3, 26)

  • El que guiña el ojo hace sufrir, el que reprende con franqueza da tranquilidad. (Proverbios 10, 10)

  • Corrige a tu hijo, y él te dará tranquilidad y colmará tu alma de delicias. (Proverbios 29, 17)

  • Más vale un puñado con tranquilidad, que las dos manos bien llenas a costa de fatigas y de correr tras el viento. (Eclesiastés 4, 6)

  • sea que se diviertan hasta el delirio o pronuncien falsos vaticinios, sea que vivan en la injusticia o perjuren con toda tranquilidad; (Sabiduría 14, 28)

  • El que respeta a su padre tendrá larga vida y el que obedece al Señor da tranquilidad a su madre. (Eclesiástico 3, 6)

  • Salomón reinó en tiempos de paz y Dios le concedió tranquilidad en sus fronteras, a fin de que edificara una Casa a su Nombre y erigiera un Santuario eterno. (Eclesiástico 47, 13)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina