Encontrados 71 resultados para: sombra

  • El hombre es semejante a un soplo, y sus días son como una sombra fugaz. (Salmos 144, 4)

  • Porque ¿quién sabe lo que es bueno para el hombre en la vida, durante los contados días de su vida fugaz, que él pasa como una sombra? ¿Quién puede, en efecto, indicar al hombre lo que habrá después de él bajo el sol? (Eclesiastés 6, 12)

  • Porque estar a la sombra de la sabiduría es como estar a la sombra del dinero, y la ventaja de la ciencia es que la sabiduría hace vivir al que la posee. (Eclesiastés 7, 12)

  • Pero no habrá felicidad para el malvado: él, como una sombra, no vivirá largamente, porque no tiene temor de Dios. (Eclesiastés 8, 13)

  • La Amada: Como un manzano entre los árboles silvestres, es mi amado entre los jóvenes: yo me senté a su sombra tan deseada y su fruto es dulce a mi paladar. (Cantar 2, 3)

  • El tiempo de nuestra vida es una sombra fugaz y nuestro fin no puede ser retrasado: una vez puesto el sello, nadie vuelve sobre sus pasos. (Sabiduría 2, 5)

  • Todo eso se desvaneció como una sombra, como una noticia fugaz; (Sabiduría 5, 9)

  • Otorgó a los santos la recompensa de sus trabajos y los condujo por un camino admirable; fue para ellos una sombra protectora durante el día y un fulgor de estrellas durante la noche. (Sabiduría 10, 17)

  • Se vio a la nube cubrir el campamento con su sombra y emerger la tierra seca de lo que antes era agua; apareció en el Mar Rojo un camino despejado y una verde llanura, entre las olas impetuosas: (Sabiduría 19, 7)

  • pone a sus hijos bajo el abrigo de ella y vive a la sombra de sus ramas: (Eclesiástico 14, 26)

  • Tratar de asir una sombra o correr detrás del viento es dar crédito a los sueños. (Eclesiástico 34, 2)

  • y una choza, para dar sombra contra el calor durante el día, y servir de abrigo y refugio contra la tempestad y la lluvia. (Isaías 4, 6)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina