Encontrados 202 resultados para: sacrificios

  • llevarán al lugar que el Señor, su Dios, elija para constituirlo morada de su Nombre, todo lo que yo les ordeno: sus holocaustos y sacrificios, sus diezmos, sus dones, y las ofrendas escogidas que le hayan prometido al Señor mediante un voto. (Deuteronomio 12, 11)

  • Allí harás el holocausto de la carne y de la sangre sobre el altar del Señor, tu Dios. En cuanto a tus sacrificios, la sangre será derramada sobre el altar del Señor, tu Dios, y tú comerás la carne. (Deuteronomio 12, 27)

  • Los sacerdotes levitas -o sea, toda la tribu de Leví- no tendrán parte ni herencia con los israelitas: ellos se alimentarán de las ofrendas destinadas a los sacrificios y de la herencia del Señor. (Deuteronomio 18, 1)

  • e inmolarás sacrificios de comunión. Allí comerás y te alegrarás en la presencia del Señor, tu Dios, (Deuteronomio 27, 7)

  • Ofrecieron sacrificios a demonios que no son Dios, a dioses que no conocían, a dioses nuevos, recién llegados, que sus padres no habían venerado. (Deuteronomio 32, 17)

  • los que comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus libaciones? Que se levanten y vengan en su ayuda, que sean para ustedes un refugio. (Deuteronomio 32, 38)

  • Ellos convocan a los pueblos en la montaña, donde ofrecen sacrificios legítimos, porque disfrutan de la abundancia de los mares y de los tesoros ocultos en la arena". (Deuteronomio 33, 19)

  • como Moisés, el servidor del Señor, lo había ordenado a los israelitas y como está escrito en el libro de la Ley de Moisés. Era un altar de piedras intactas, que no habían sido tocadas por el hierro. Sobre él ofrecieron holocaustos al Señor e inmolaron sacrificios de comunión. (Josué 8, 31)

  • Si nos construimos un altar para alejarnos del Señor o para ofrecer en él holocaustos, oblaciones y sacrificios de comunión, que el mismo Señor nos pida cuenta. (Josué 22, 23)

  • Entonces resolvimos construir este altar, no para ofrecer holocaustos y sacrificios, (Josué 22, 26)

  • sino para que esté como testigo entre nosotros y ustedes, y también entre nuestros descendientes, de que rendimos culto al Señor en su presencia, con nuestros holocaustos, nuestras víctimas y nuestros sacrificios de comunión. Así, el día de mañana, los hijos de ustedes no podrán decir a los nuestros: ‘Ustedes no tienen parte con el Señor’. (Josué 22, 27)

  • Por eso pensamos que si algún día nos llegan a hacer ese reproche, a nosotros o a nuestros descendientes, les podremos responder: ‘Miren la figura del altar del Señor que hicieron nuestros padres, no para ofrecer holocaustos y sacrificios, sino para que esté como testigo entre nosotros y ustedes’. (Josué 22, 28)


“Padre, eu não acredito no inferno – falou um penitente. Padre Pio disse: Acreditará quando for para lá?” São Padre Pio de Pietrelcina