Encontrados 48 resultados para: realeza

  • Samuel expuso al pueblo el derecho de la realeza, y lo escribió en un libro que depositó delante del Señor. Luego Samuel despidió a todo el pueblo, y se fue cada uno a su casa. (I Samuel 10, 25)

  • Y Samuel dijo al pueblo: "Vengan, vamos a Guilgal y allí renovaremos la realeza". (I Samuel 11, 14)

  • Saúl se puso furioso y muy disgustado por todo aquello, pensó: "A David le atribuyen los diez mil, y a mí tan sólo los mil. ¡Ya no le falta más que la realeza!". (I Samuel 18, 8)

  • Ahora sé muy bien que tú serás rey y que la realeza sobre Israel se mantendrá firme en tus manos. (I Samuel 24, 21)

  • El Señor ha obrado contigo conforme a lo que predijo por mi intermedio: él ha arrancado de tu mano la realeza, para dársela a otro, a David. (I Samuel 28, 17)

  • de quitar la realeza a la casa de Saúl y establecer el trono de David sobre Israel y sobre Judá, desde Dan hasta Berseba". (II Samuel 3, 10)

  • David reconoció entonces que el Señor lo había confirmado como rey de Israel y que había enaltecido su realeza por amor a su pueblo Israel. (II Samuel 5, 12)

  • Sí, cuando hayas llegado al término de tus días y vayas a descansar con tus padres, yo elevaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno que saldrá de tus entrañas, y afianzaré su realeza. (II Samuel 7, 12)

  • El Señor hace recaer sobre ti toda la sangre de la casa de Saúl, a quien tú has usurpado el reino. ¡El Señor ha puesto la realeza en manos de tu hijo Absalón, mientras que tú has caído en desgracia, porque eres un sanguinario!". (II Samuel 16, 8)

  • Salomón se sentó en el trono de su padre David, y su realeza quedó firmemente afianzada. (I Reyes 2, 12)

  • Entonces él dijo: "Tú sabes que a mí me correspondía la realeza y que todo Israel tenía los ojos puestos en mí, esperando que yo reinara. Pero la realeza se me escapó de las manos y fue a parar a mi hermano, porque el Señor se la tenía destinada. (I Reyes 2, 15)

  • Pero el rey Salomón replicó a su madre, diciendo: "¿Por qué pides para Adonías a la sunamita Abisag? ¡Pide más bien para él la realeza, ya que es mi hermano mayor! ¡Sí, para él, para el sacerdote Ebiatar y para Joab, hijo de Sarvia!". (I Reyes 2, 22)


“Deus quer que as suas misérias sejam o trono da Sua misericórdia.” São Padre Pio de Pietrelcina