Encontrados 11 resultados para: ponían

  • Después de haberlo contado, ponían el dinero en manos de los que dirigían las obras, de los supervisores de la Casa del Señor, y ellos lo empleaban para pagar a los carpinteros y constructores que trabajaban en la Casa del Señor, (II Reyes 12, 12)

  • Algunos de ellos tenían el cuidado de los utensilios del culto, y los contaban cada vez que los ponían y los sacaban. (I Crónicas 9, 28)

  • Pero ellos escarnecían a los mensajeros de Dios, despreciaban sus palabras y ponían en ridículo a sus profetas, hasta que la ira del Señor contra su pueblo subió a tal punto, que ya no hubo más remedio. (II Crónicas 36, 16)

  • Ellos cantaban al Señor, alabándolo y dándole gracias: "Porque él es bueno, porque es eterno su amor hacia Israel". Y todo el pueblo prorrumpía en grandes aclamaciones, alabando al Señor, porque se ponían los cimientos de la Casa del Señor. (Esdras 3, 11)

  • Pero al amanecer del quinto día, veinte jóvenes de las tropas del Macabeo, enfurecidos por las blasfemias, saltaron virilmente sobre la muralla y, con ímpetu salvaje, mataban a todos los que se les ponían delante. (II Macabeos 10, 35)

  • En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban curados. (Marcos 6, 56)

  • Después, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que ponían sus ofrendas en el tesoro del Templo. (Lucas 21, 1)

  • Todos los creyentes se mantenían unidos y ponían lo suyo en común: (Hechos 2, 44)

  • Allí encontraron a un paralítico de nacimiento, que ponían diariamente junto a la puerta del Templo llamada «la Hermosa», para pedir limosna a los que entraban. (Hechos 3, 2)

  • y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades. (Hechos 4, 35)

  • los veinticuatro Ancianos se postraban ante él para adorarlo, y ponían sus coronas delante del trono, diciendo: (Apocalipsis 4, 10)


“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina