Encontrados 3178 resultados para: pero

  • Lo poco que tenías antes que yo llegara se ha acrecentado enormemente, ya que el Señor te bendijo gracias a mí. Pero ya es hora de que también haga algo por mi propia casa". (Génesis 30, 30)

  • Pero aquel mismo día, Labán separó los chivos rayados y moteados, todas las cabras manchadas y moteadas -todo lo que tenía una mancha blanca- y todos los corderos negros, y los confió al cuidado de sus hijos. (Génesis 30, 35)

  • pero cuando los animales eran débiles, no las ponía. Así los animales robustos eran para Jacob, y los débiles para Labán. (Génesis 30, 42)

  • y les dijo: "He advertido que el padre de ustedes ya no se comporta conmigo como antes; pero el Dios de mi padre ha estado conmigo. (Génesis 31, 5)

  • Sin embargo, él se ha burlado de mí y ha cambiado diez veces mi salario. Pero Dios no le ha permitido que me hiciera ningún mal. (Génesis 31, 7)

  • Pero esa misma noche, Dios se apareció en sueños a Labán, el arameo, y le dijo: "Cuidado con entrometerte para nada en los asuntos de Jacob". (Génesis 31, 24)

  • Pero tú ni siquiera me has permitido saludar con un beso a mis nietos y a mis hijas. Realmente te has comportado como un insensato. (Génesis 31, 28)

  • De todas maneras, está bien: tú te has ido porque añorabas tu casa paterna. Pero ¿por qué robaste mis dioses?". (Génesis 31, 30)

  • Pero Raquel había tomado los ídolos, los había guardado en la montura del camello y se había sentado encima de ellos. Después que Labán registró toda la carpa sin obtener ningún resultado, (Génesis 31, 34)

  • Raquel dijo a su padre: "Que mi señor no lo tome a mal; pero no puedo ponerme de pie ante él, porque me sucede lo que es habitual en las mujeres". Y por más que buscó, no logró encontrar los ídolos. (Génesis 31, 35)

  • Y si el Dios de mi padre -el Dios de Abraham y el Terror de Isaac- no hubiera estado de mi parte, me habrías despedido con las manos vacías. Pero Dios ha visto mi opresión y mi fatiga, y ayer por la noche pronunció su fallo". (Génesis 31, 42)

  • Labán replicó a Jacob: "Estas mujeres son mis hijas, y estos muchachos, mis nietos; y también es mío el rebaño. Todo lo que ves me pertenece. Pero ¿qué puedo hacer ahora contra mis hijas y mis nietos? (Génesis 31, 43)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina