Encontrados 226 resultados para: nuestra

  • Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo". (Génesis 1, 26)

  • Y añadió: "En nuestra casa hay paja y forraje en abundancia, y también hay sitio para pasar la noche". (Génesis 24, 25)

  • y la bendijeron, diciendo: "Hermana nuestra, que nazcan de ti millares y decenas de millares; y que tus descendientes conquisten las ciudades de sus enemigos". (Génesis 24, 60)

  • los pastores de Guerar discutieron con los de Isaac, diciendo: "Esta agua es nuestra". Entonces Isaac llamó a ese pozo Esec, que significa "Litigio", porque allí habían litigado con él. (Génesis 26, 20)

  • Sí, toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos. Procede como Dios te lo ha ordenado". (Génesis 31, 16)

  • diciéndoles: "No podemos hacer semejante cosa, porque sería para nosotros una vergüenza entregar nuestra hermana a un incircunciso. (Génesis 34, 14)

  • Si no llegan a un acuerdo con nosotros en lo que se refiere a la circuncisión, tomaremos a nuestra hermana y nos iremos". (Génesis 34, 17)

  • Pero ellos replicaron: "Y nuestra hermana, ¿debía ser tratada como una prostituta?". (Génesis 34, 31)

  • En lugar de atentar contra su vida, vendámoslo a los ismaelitas, porque él es nuestro hermano, nuestra propia carne". Y sus hermanos estuvieron de acuerdo. (Génesis 37, 27)

  • Ellos respondieron: "Él comenzó a hacernos preguntas sobre nosotros y sobre nuestra familia. ‘El padre de ustedes ¿vive todavía? ¿Tienen otro hermano?’. Nosotros nos limitamos a responder a sus preguntas. ¿Cómo nos íbamos a imaginar que él nos diría: ‘Traigan aquí a su hermano’?". (Génesis 43, 7)

  • Judá respondió: "¿Qué podemos decirte, señor? ¿Qué excusa podemos alegar, o cómo vamos a probar nuestra inocencia? Es Dios el que ha puesto al descubierto nuestra maldad. Aquí nos tienes: somos tus esclavos, tanto nosotros como aquel en cuyo poder estaba la copa". (Génesis 44, 16)

  • diciendo: "Si realmente me has brindado tu amistad, dígnate, Señor, ir en medio de nosotros. Es verdad que este es un pueblo obstinado, pero perdona nuestra culpa y nuestro pecado, y conviértenos en tu herencia". (Exodo 34, 9)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina