Encontrados 16 resultados para: mudo

  • El Señor le respondió: "¿Quién dio al hombre una boca? ¿Y quién hace al hombre mudo o sordo, capaz de ver o ciego? ¿No soy yo, el Señor? (Exodo 4, 11)

  • Pero yo, como un sordo, no escucho; como un mudo, no abro la boca: (Salmos 38, 14)

  • Abre tu boca en favor del mudo y en defensa de todos los desamparados; (Proverbios 31, 8)

  • Más aún, los mismos caldeos los desacreditan: cuando ven a un mudo que no puede hablar, lo presentan a Bel, pidiéndole que recupere el habla, como si el dios fuera capaz de entender; (Baruc 6, 40)

  • Yo haré que se te pegue la lengua al paladar y quedarás mudo: así dejarás de reprenderlos, porque son un pueblo rebelde. (Ezequiel 3, 26)

  • Ese día tu boca se abrirá para hablar al fugitivo y ya no te quedarás mudo; serás para ellos un presagio, y así sabrán que yo soy el Señor. (Ezequiel 24, 27)

  • La mano del Señor había descendido sobre mí por la tarde, antes que llegara el fugitivo; y a la mañana siguiente, apenas este llegó, el Señor me abrió la boca. Entonces recuperé el habla y ya no me quedé mudo. (Ezequiel 33, 22)

  • Mientras él me dirigía estas palabras, volví mi rostro hacia el suelo y me quedé mudo. (Daniel 10, 15)

  • En cuanto se fueron los ciegos, le presentaron a un mudo que estaba endemoniado. (Mateo 9, 32)

  • El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: «Jamás se vio nada igual en Israel». (Mateo 9, 33)

  • Entonces, le llevaron a un endemoniado ciego y mudo, y Jesús lo curó, devolviéndole el habla y la vista. (Mateo 12, 22)

  • Uno de ellos le dijo: «Maestro, te he traído a mi hijo, que está poseído de un espíritu mudo. (Marcos 9, 17)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina