Encontrados 112 resultados para: marido

  • Así haré que todo el pueblo se vuelva hacia ti como una esposa a su marido. Lo que tú quieres es eliminar a un solo hombre; todos los demás quedarán a salvo". (II Samuel 17, 3)

  • La mujer de uno de la comunidad de profetas imploró a Eliseo, diciendo: "Tu servidor, mi marido, ha muerto, y tú sabes que era un hombre temeroso del Señor. Pero ahora ha venido un acreedor para llevarse a mis dos hijos como esclavos". (II Reyes 4, 1)

  • Ella dijo a su marido: "Mira, me he dado cuenta de que ese que pasa siempre por nuestra casa es un santo hombre de Dios. (II Reyes 4, 9)

  • Pero Eliseo insistió: "Entonces, ¿qué se puede hacer por ella?". Guejazí respondió: "Lamentablemente, no tiene un hijo y su marido es viejo". (II Reyes 4, 14)

  • Después mandó llamar a su marido y le dijo: "Envíame, por favor, a uno de los servidores con un asna; voy corriendo a ver al hombre de Dios, y en seguida vuelvo". (II Reyes 4, 22)

  • Corre a su encuentro y dile: ¿Cómo estás? ¿Cómo están tu marido y tu hijo?". Ella respondió: "Todos bien". (II Reyes 4, 26)

  • Luego se despojó del sayal que tenía ceñido, se quitó su ropa de viuda, se lavó el cuerpo con agua, se ungió con perfumes y peinó sus cabellos. Después se ciñó la cabeza con un turbante y se puso la ropa de fiesta con que solía engalanarse cuando aún vivía su marido Manasés; (Judit 10, 3)

  • envió cartas a todas sus provincias, a cada provincia en su propia escritura y a cada pueblo en su propia lengua, ordenando que el marido fuera señor en su casa y que en ella se hablara el idioma del marido. (Ester 1, 22)

  • Porque mi marido no está en casa, ha emprendido un largo viaje, (Proverbios 7, 19)

  • Una mujer perfecta es la corona de su marido, la desvergonzada es como caries en sus huesos. (Proverbios 12, 4)

  • una mujer odiada que encuentra marido y una esclava que hereda a su señora. (Proverbios 30, 23)

  • Sé un padre para los huérfanos y como un marido para su madre: así serás como un hijo del Altísimo y él te amará más que tu propia madre. (Eclesiástico 4, 10)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina