Encontrados 97 resultados para: llegue

  • ¡Oigan cómo estoy gimiendo, sin que nadie me consuele! Todos mis enemigos, al oír mi desgracia, se alegraron de lo que has hecho. ¡Que llegue el Día que tú has anunciado, y que ellos estén igual que yo! (Lamentaciones 1, 21)

  • ¡Que llegue hasta tu presencia toda su maldad! Trátalos como me trataste a mí por todas mis rebeldías, porque son muchos mis gemidos y mi corazón está sufriendo. (Lamentaciones 1, 22)

  • Así llegué a Tel Aviv, junto a los deportados, que habitaban a orillas del río Quebar; y allí permanecí siete días como aturdido en medio de ellos. (Ezequiel 3, 15)

  • Incluso, llegué a imponerles preceptos que no eran buenos, y leyes que no dan la vida. (Ezequiel 20, 25)

  • Y cuando te pregunten: "¿Por qué gimes?", tú les responderás: Es por una noticia. Apenas llegue, desfallecerán todos los corazones, se paralizarán todas las manos, decaerán todos los espíritus y flaquearán todas las rodillas. Ya está por llegar, ya va a suceder -oráculo del Señor-. (Ezequiel 21, 12)

  • Y tú, hijo de hombre, traza dos caminos para que llegue la espada del rey de Babilonia. Los dos caminos arrancarán de un mismo país. A la entrada de cada camino, pondrás una señal indicando la dirección de una ciudad. (Ezequiel 21, 24)

  • Tú trazarás el camino para que la espada llegue a Rabá de los amonitas, y a Judá, que tiene su plaza fuerte en Jerusalén. (Ezequiel 21, 25)

  • ¡Ruinas, ruinas, todo lo convierto en ruinas! Pero esto no sucederá hasta que llegue aquel a quien le pertenece el juicio, y a él se lo daré. (Ezequiel 21, 32)

  • Tú le dirás: Así habla el Señor: ¡Ay de la ciudad que derrama sangre en medio de ella para que llegue su hora, y se fabrica ídolos para contaminarse! (Ezequiel 22, 3)

  • Pero aquel día, cuando Gog llegue a la tierra de Israel -oráculo del Señor- estallará mi furor. (Ezequiel 38, 18)

  • Hasta donde llegue el torrente, tendrán vida todos los seres vivientes que se mueven por el suelo y habrá peces en abundancia. Porque cuando esta agua llegue hasta el Mar, sus aguas quedarán saneadas, y habrá vida en todas partes adonde llegue el torrente. (Ezequiel 47, 9)

  • ¡Feliz el que sepa esperar y llegue a mil trescientos treinta y cinco días! (Daniel 12, 12)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina