Encontrados 102 resultados para: interior

  • Los que estaban en la torre saltaron al interior de la ciudad y se produjo entre la gente una gran conmoción. (I Macabeos 13, 44)

  • Una vez derrotados y destruidos estos enemigos, Judas emprendió una campaña contra la plaza fuerte de Efrón, donde se había establecido Lisias con gente de todas partes. Jóvenes vigorosos apostados delante de las murallas combatían con vigor, y en el interior había muchas reservas de máquinas de guerra y proyectiles. (II Macabeos 12, 27)

  • El que odia finge con sus labios, pero alberga engaño en su interior: (Proverbios 26, 24)

  • Sus columnas las hizo de plata, su respaldo de oro, su asiento de púrpura, con el interior revestido de ébano. (Cantar 3, 10)

  • cuanto menos se cuenta con esa seguridad interior, tanto más grave se considera ignorar la causa del tormento. (Sabiduría 17, 13)

  • Hay un malvado que va encorvado por la tristeza, pero su interior está lleno de falsedad: (Eclesiástico 19, 26)

  • Oráculo sobre Egipto. ¡Miren al Señor que entra en Egipto, montado sobre una nube ligera! Ante él vacilan los ídolos de Egipto, y el corazón de Egipto se disuelve en su interior. (Isaías 19, 1)

  • El espíritu de Egipto se desvanecerá en su interior, yo confundiré sus designios, y ellos consultarán a ídolos y encantadores, a nigromantes y adivinos. (Isaías 19, 3)

  • ¡Mira, Señor, cómo estoy angustiada, me hierven las entrañas! Mi corazón se conmueve en mi interior, porque he sido rebelde. Afuera, me priva de hijos la espada, adentro, la muerte. (Lamentaciones 1, 20)

  • Extendió algo así como una mano y me tomó por un mechón de mis cabellos. Un espíritu me levantó entre la tierra y el cielo y me llevó en una visión divina a Jerusalén, hasta la entrada de la puerta interior que da hacia el norte, allí donde está emplazado el Ídolo de los celos que provoca los celos de Dios. (Ezequiel 8, 3)

  • Luego me llevó hacia el atrio interior de la Casa del Señor, y vi que a la entrada del Templo del Señor, entre el vestíbulo y el altar, había unos veinticinco hombres, dando la espalda al Templo del Señor, y con sus rostros vueltos hacia el oriente; y ellos se postraban hacia el oriente, delante del sol. (Ezequiel 8, 16)

  • Cuando el hombre entró, los querubines estaban a la derecha de la Casa y la nube llenaba el atrio interior. (Ezequiel 10, 3)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina