Encontrados 20 resultados para: encuentre

  • "Está bien, respondió, que sea como ustedes dicen, pero mi esclavo será únicamente aquel en cuyo poder se encuentre la copa. Los demás quedarán libres de todo cargo". (Génesis 44, 10)

  • Por eso, ordena que pongan bajo techo tu ganado y todo lo que tengas al aire libre, porque todo lo que esté al aire libre y no se encuentre bajo techo -sea hombre o animal- morirá víctima del granizo’". (Exodo 9, 19)

  • El que rapte a un hombre, sea que lo haya vendido o que se lo encuentre en su poder, será castigado con la muerte. (Exodo 21, 16)

  • El vengador del homicidio en persona debe matar al asesino apenas lo encuentre. (Números 35, 19)

  • o si por enemistad lo hirió a golpes de puño hasta matarlo, el agresor será castigado con la muerte: es un asesino, y el vengador del homicidio lo matará apenas lo encuentre. (Números 35, 21)

  • Coloca en mis labios palabras armoniosas cuando me encuentre delante del león, y cámbiale el corazón para que deteste al que nos combate y acabe con él y con sus partidarios. (Ester 14, 13)

  • que se acuerde de todas tus ofrendas y encuentre aceptables tus holocaustos. Pausa (Salmos 20, 4)

  • inclina tu oído hacia mí y ven pronto a socorrerme. Sé para mí una roca protectora, un baluarte donde me encuentre a salvo, (Salmos 31, 3)

  • hasta que encuentre un lugar para el Señor, una Morada para el Fuerte de Jacob". (Salmos 132, 5)

  • Si le falta fuerza para pecar, cuando encuentre una ocasión, te perjudicará. (Eclesiástico 19, 28)

  • Hay un lenguaje comparable a la muerte: ¡que no se lo encuentre en la herencia de Jacob! Los hombres buenos están alejados de todas esas cosas: ¡que ellos no se revuelquen en los pecados! (Eclesiástico 23, 12)

  • o como se quiebra una vasija de alfarero hecha añicos sin piedad, sin que se encuentre entre sus pedazos ni un trozo para sacar fuego del brasero o para extraer agua del aljibe. (Isaías 30, 14)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina