Encontrados 12 resultados para: edificará

  • Él edificará una casa para mi Nombre, y yo afianzaré para siempre su trono real. (II Samuel 7, 13)

  • ‘Desde el día en que hice salir de Egipto a mi pueblo Israel, no había elegido ninguna ciudad, entre todas las tribus de Israel, para que allí se edificara una Casa donde residiera mi Nombre, sino que elegí a David para que estuviera al frente de mi pueblo Israel’. (I Reyes 8, 16)

  • Sin embargo, no serás tú el que edificará la Casa, sino un hijo nacido de tus entrañas: él construirá la Casa para mi Nombre’. (I Reyes 8, 19)

  • "Ve a decirle a mi servidor David: Así habla el Señor: No eres tú el que me edificará la casa para que yo la habite. (I Crónicas 17, 4)

  • Desde el día en que constituí Jueces sobre mi pueblo Israel, yo he sometido a todos tus enemigos. Y ahora te anuncio que el Señor te edificará una casa. (I Crónicas 17, 10)

  • Él me edificará una Casa y yo afianzaré su trono para siempre. (I Crónicas 17, 12)

  • Después llamó a su hijo Salomón y le ordenó que edificara una Casa para el Señor, el Dios de Israel. (I Crónicas 22, 6)

  • Él edificará una Casa para mi Nombre; él será para mí un hijo y yo seré para él un padre, y afianzaré su trono real sobre Israel para siempre’. (I Crónicas 22, 10)

  • Y él me dijo: ‘Tu hijo Salomón edificará mi Casa y mis atrios; porque lo he elegido como hijo y yo seré para él un padre. (I Crónicas 28, 6)

  • ‘Desde el día en que hice salir del país de Egipto a mi pueblo, no elegí otra ciudad, entre todas las tribus de Israel, para que allí se edificara una Casa donde residiera mi Nombre, ni elegí a otro hombre para que fuera príncipe de mi pueblo Israel, (II Crónicas 6, 5)

  • Sin embargo, no serás tú el que edificará la Casa, sino un hijo nacido de tus entrañas: él construirá la Casa para mi Nombre’. (II Crónicas 6, 9)

  • Salomón reinó en tiempos de paz y Dios le concedió tranquilidad en sus fronteras, a fin de que edificara una Casa a su Nombre y erigiera un Santuario eterno. (Eclesiástico 47, 13)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina