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Al llegar a Goren Haatad, que está al otro lado del Jordán, celebraron las exequias con gran solemnidad, y José estuvo de duelo por su padre durante siete días. (Génesis 50, 10)
y el día catorce del primer mes, a la hora del crepúsculo, ellos la celebraron en el desierto del Sinaí. Los israelitas lo hicieron exactamente como el Señor lo había ordenado a Moisés. (Números 9, 5)
Los israelitas acamparon en Guilgal, y el catorce del mes, por la tarde, celebraron la Pascua en la llanura de Jericó. (Josué 5, 10)
Los israelitas que se encontraban en Jerusalén celebraron con gran alegría la fiesta de los Ácimos durante siete días, mientras los levitas y los sacerdotes alababan diariamente al Señor con todas sus fuerzas. (II Crónicas 30, 21)
Los israelitas que se encontraban allí celebraron la Pascua en aquella ocasión, y también la fiesta de los Ácimos durante siete días. (II Crónicas 35, 17)
También celebraron la fiesta de las Chozas, como está prescrito, ofreciendo diariamente el número de holocaustos fijado para cada día. (Esdras 3, 4)
Todos los israelitas -los sacerdotes, los levitas, y el resto de los repatriados- celebraron alegremente la Dedicación de esta Casa de Dios. (Esdras 6, 16)
Los repatriados celebraron la Pascua el día catorce del primer mes. (Esdras 6, 19)
Durante siete días celebraron alegremente la fiesta de los Ácimos, porque el Señor los había llenado de gozo haciendo cambiar la actitud del rey de Asiria hacia ellos, a fin de fortalecer sus manos en los trabajos de la Casa de Dios, el Dios de Israel. (Esdras 6, 22)
Esto sucedió el día trece del mes de Adar; el catorce descansaron y celebraron ese día con banquetes y alegría. (Ester 9, 17)
Todos sus hermanos y sus hermanas, lo mismo que sus antiguos conocidos, fueron a verlo y celebraron con él un banquete en su casa. Se compadecieron y lo consolaron por toda la desgracia que le había enviado el Señor. Y cada uno de ellos le regaló una moneda de plata y un anillo de oro. (Job 42, 11)
Durante ocho días celebraron la dedicación del altar, ofreciendo con alegría holocaustos y sacrificios de comunión y de acción de gracias. (I Macabeos 4, 56)
