Encontrados 110 resultados para: aquella

  • Entonces hubo hambre en aquella región, y Abrám bajó a Egipto para establecerse allí por un tiempo, porque el hambre acosaba al país. (Génesis 12, 10)

  • Luego, aquella región volvió a padecer hambre -aparte de la que había padecido anteriormente, en tiempos de Abraham- e Isaac se fue a Guerar, donde estaba Abimélec, el rey de los filisteos. (Génesis 26, 1)

  • Isaac sembró en aquella región, y ese año cosechó el ciento por uno, porque el Señor lo había bendecido. (Génesis 26, 12)

  • Al atardecer, cuando Jacob volvía del campo, Lía salió a su encuentro y le dijo: "Tienes que venir conmigo, porque he pagado por ti las mandrágoras que encontró mi hijo". Aquella noche Jacob durmió con ella, (Génesis 30, 16)

  • Y aquella noche Jacob permaneció en el campamento, mientras sus regalos iban delante de él. (Génesis 32, 22)

  • Aquella noche, Jacob se levantó, tomó a sus dos mujeres, a sus dos sirvientas y a sus once hijos, y cruzó el vado de Iaboc. (Génesis 32, 23)

  • Cuando la vio Siquém -que era hijo de Jamor, el jivita, príncipe de aquella región- se la llevó y abusó de ella. (Génesis 34, 2)

  • Mientras acampaba en aquella región, Rubén se acostó con Bilhá, la concubina de su padre, e Israel se enteró. Jacob tuvo doce hijos. (Génesis 35, 22)

  • Los hijos de Seír, el hurrita, que vivían en aquella región son los siguientes: Lotán, Sobal, Sibeón, Aná, (Génesis 36, 20)

  • Pero inmediatamente después, sobrevendrán siete años de hambre, durante los cuales en Egipto no quedará ni el recuerdo de aquella abundancia, porque el hambre asolará al país. (Génesis 41, 30)

  • Después murieron José y sus hermanos, y toda aquella generación. (Exodo 1, 6)

  • En aquella oportunidad fueron destruidos el lino y la cebada, porque la cebada ya había echado espigas, y el lino estaba florecido. (Exodo 9, 31)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina