Encontrados 81 resultados para: Numerosos

  • Los israelitas se establecieron en Egipto, en la región de Gosen, y allí adquirieron propiedades, tuvieron muchos hijos y llegaron a ser muy numerosos. (Génesis 47, 27)

  • Él pensaba así: "Ellos son ahora más numerosos que los nativos del país, ¿y todavía debo tolerarles que interrumpan sus trabajos?". (Exodo 5, 5)

  • Yo los miraré con bondad, los haré fecundos y numerosos, y mantendré mi alianza con ustedes. (Levítico 26, 9)

  • Entonces Balac envió otros jefes, más numerosos y distinguidos que los primeros. (Números 22, 15)

  • a los grupos más numerosos les darás una herencia mayor, y a los más reducidos, una herencia menor. Cada uno recibirá su parte según el número de las personas registradas. (Números 26, 54)

  • La herencia se repartirá mediante un sorteo, tanto entre los grupos más numerosos como entre los menos numerosos. (Números 26, 56)

  • Cuando cedan esas ciudades, tomándolas de lo que es propiedad de los israelitas, exigirán más de los grupos numerosos, y menos de los grupos más pequeños. De esta manera, cada uno cederá a los levitas una cantidad de ciudades proporcionada a la herencia que haya recibido. (Números 35, 8)

  • El Señor, su Dios, los ha multiplicado de tal manera, que hoy ustedes son numerosos como las estrellas del cielo. (Deuteronomio 1, 10)

  • ¡Que el Señor, el Dios de sus padres, los haga aún mil veces más numerosos y los bendiga, como lo ha prometido! (Deuteronomio 1, 11)

  • Y así como antes él se complacía en hacerlos felices y numerosos, luego se complacerá en destruirlos y exterminarlos. Y ustedes serán arrancados de la tierra, donde vas a entrar para tomar posesión de ella. (Deuteronomio 28, 63)

  • porque subían con su ganado y sus tiendas de campaña, y eran numerosos como langostas. Tanto ellos como sus camellos eran incontables, y entraban en el país para devastarlo. (Jueces 6, 5)

  • Madián, Amalec y todos los Orientales que habían irrumpido en el valle eran numerosos como langostas, y sus camellos eran incontables, como la arena de la playa. (Jueces 7, 12)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina