Encontrados 23 resultados para: Diles

  • Diles que no se preocupen por las cosas que dejan, porque lo mejor de todo el territorio de Egipto será para ustedes". (Génesis 45, 20)

  • Ve a reunir a los ancianos de Israel y diles: El Señor, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: ‘Yo los he visitado y he visto cómo los maltrataban los egipcios. (Exodo 3, 16)

  • Habla a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas, y diles: El Señor ha dado esta orden: (Levítico 17, 2)

  • Diles además: Si un hombre de la casa de Israel o alguno de los extranjeros que residen en medio de ustedes, ofrece un holocausto o un sacrificio, (Levítico 17, 8)

  • Por eso, diles lo siguiente: Si alguno de sus descendientes, en cualquier generación, participa en estado de impureza de los dones sagrados que los israelitas consagran al Señor, será excluido de mi presencia. Yo soy el Señor. (Levítico 22, 3)

  • Por eso, diles: ‘Juro por mi vida, palabra del Señor, que los voy a tratar conforme a las palabras que ustedes han pronunciado. (Números 14, 28)

  • Diles también: Una vez que hayan reservado la mejor parte -que les será tenida en cuenta como el trigo de la era y el mosto del lagar- (Números 18, 30)

  • Diles también: Cada día ofrecerán dos corderos de un año y sin defecto, como holocausto perpetuo. (Números 28, 3)

  • Los jóvenes que se habían criado con él le dijeron: "A ese pueblo que te ha dicho: ‘Tu padre nos impuso un yugo pesado, pero tú alívianos la carga’, diles esto: ‘¡Mi dedo meñique es más grueso que la cintura de mi padre! (I Reyes 12, 10)

  • Pero el Ángel del Señor dijo a Elías, el tisbita: "Sube al encuentro de los mensajeros del rey de Samaría, y diles: ¿Acaso no hay Dios en Israel, para que ustedes vayan a consultar a Baal Zebub, el dios de Ecrón? (II Reyes 1, 3)

  • Los jóvenes que se habían criado con él le dijeron: "Al pueblo que te ha dicho: ‘Tu padre nos impuso un yugo pesado, pero tú alívianos la carga’, diles esto: ‘¡Mi dedo meñique es más grueso que la cintura de mi padre! (II Crónicas 10, 10)

  • En cuanto a ti, cíñete la cintura, levántate y diles todo lo que yo te ordene. No te dejes intimidar por ellos, no sea que te intimide yo delante de ellos. (Jeremías 1, 17)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina