Encontrados 27 resultados para: Depósitos

  • Luego el Señor dijo a Moisés: "Da esta orden a Aarón: ‘Toma tu bastón y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto -sobre sus ríos y sus canales, sus pantanos y todos sus depósitos de agua- y que estas se conviertan en sangre a lo largo de todo Egipto, incluso las que están en recipientes de madera y de piedra’". (Exodo 7, 19)

  • Ezequías se alegró de esto, y mostró a los emisarios la sala del tesoro, la plata, el oro, los perfumes, el aceite precioso, su arsenal y todo lo que se encontraba en sus depósitos. De todo lo que había en su palacio y en sus dominios, no quedó nada que Ezequías no les hiciera ver. (II Reyes 20, 13)

  • Isaías preguntó: "¿Qué han visto en tu casa?". "Han visto todo lo que hay en mi casa, respondió Ezequías. No hay nada en mis depósitos que no les haya mostrado". (II Reyes 20, 15)

  • Los levitas, sus hermanos, que estaban encargados de los tesoros de la Casa de Dios y de los depósitos de las cosas sagradas, eran los siguientes: (I Crónicas 26, 20)

  • Azmávet, hijo de Adiel, era el encargado de los tesoros del rey. Jonatán, hijo de Uzías, el encargado de los depósitos de los campos, de las ciudades, de los poblados y de las fortalezas. (I Crónicas 27, 25)

  • Baal Janán, de Guéder, el encargado de los olivares y los sicomoros de la Sefelá. Joás, el encargado de los depósitos de aceite. (I Crónicas 27, 28)

  • Le entregó también el diseño de todo lo que había proyectado para los atrios de la Casa del Señor, para las habitaciones de alrededor, para los tesoros de la Casa de Dios, para los depósitos de las cosas sagradas, (I Crónicas 28, 12)

  • Él reforzó sus fortificaciones y puso en ellas comandantes y depósitos de víveres, aceite y vino. (II Crónicas 11, 11)

  • Ben Hadad le hizo caso y envió a los jefes de su ejército contra las ciudades de Israel. Ellos atacaron a Ión, Dan, Abel Maim y todos los depósitos de las ciudades de Neftalí. (II Crónicas 16, 4)

  • así como depósitos para sus provisiones de trigo, de vino y de aceite, establos para toda clase de ganado y rebaños para los establos. (II Crónicas 32, 28)

  • Lo mejor de nuestra molienda, de nuestros productos, de toda clase de frutos, del vino nuevo y del aceite fresco, los llevaremos a los sacerdotes para los depósitos de la Casa de nuestro Dios; el diezmo de nuestro suelo será para los levitas, y ellos mismos cobrarán el diezmo en todas las ciudades de nuestras zonas de cultivo. (Nehemías 10, 38)

  • Un sacerdote, hijo de Aarón, estará con los levitas cuando cobren el diezmo, y los levitas harán llegar la décima parte del diezmo a la Casa de nuestro Dios, para los depósitos del Tesoro. (Nehemías 10, 39)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina