Encontrados 54 resultados para: Calles

  • ¡No lo anuncien en Gat, no lo publiquen por las calles de Ascalón; que no se alegren las hijas de los filisteos, ni lo celebren las hijas de los incircuncisos! (II Samuel 1, 20)

  • Los deshice como polvo de la tierra, los pisé como el barro de las calles. (II Samuel 22, 43)

  • porque Jerusalén será reconstruida, y también su Templo por todos los siglos! ¡Feliz de mí, si queda alguien de mi descendencia para ver tu gloria y celebrar al Rey del cielo! Las puertas de Jerusalén serán hechas de zafiro y esmeralda, y todos sus muros, de piedras preciosas; las torres de Jerusalén serán construidas de oro, y sus baluartes, de oro puro. Las calles de Jerusalén serán pavimentadas de rubíes y de piedras de Ofir; (Tobías 13, 17)

  • El hambre los consumirá a ellos, a sus mujeres y a sus niños, y antes que los alcance la espada caerán tendidos en las calles de la ciudad. (Judit 7, 14)

  • Los deshice como polvo barrido por el viento, los pisé como el barro de las calles. (Salmos 18, 43)

  • Tú también lo has visto, Señor, no te calles; no te quedes lejos de mí, Señor: (Salmos 35, 22)

  • Pero los habitantes de la ciudad, unos ciento veinte mil hombres, se amotinaron en las calles con la intención de matar al rey. (I Macabeos 11, 45)

  • Este se refugió en su palacio, mientras la gente ocupaba las calles y comenzaba el ataque. (I Macabeos 11, 46)

  • las mujeres, ceñidas de cilicio debajo de los senos, se aglomeraban en las calles; las más jóvenes, habitualmente recluidas, corrían, unas a las puertas, otras a los muros, y otras, se asomaban por las ventanas. (II Macabeos 3, 19)

  • La Sabiduría clama por las calles, en las plazas hace oír su voz; (Proverbios 1, 20)

  • Que tus fuentes no se dispersen hacia afuera ni tus corrientes de agua, por las calles. (Proverbios 5, 16)

  • unas veces en las calles, otras en las plazas, está al acecho en todas las esquinas. (Proverbios 7, 12)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina