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yo pongo mi arco en las nubes, como un signo de mi alianza con la tierra. (Génesis 9, 13)
Entonces Sem y Jafet tomaron un manto, se lo pusieron los dos sobre la espalda y, caminando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre. Como sus rostros miraban en sentido contrario, no vieron a su padre desnudo. (Génesis 9, 23)
Él fue un valiente cazador delante del Señor. Por eso se dice: "Valiente cazador delante del Señor como Nemrod". (Génesis 10, 9)
Abrám partió, como el Señor se lo había ordenado, y Lot se fue con él. Cuando salió de Jarán, Abrám tenía setenta y cinco años. (Génesis 12, 4)
Y como los dos tenían demasiadas riquezas, no había espacio suficiente para que pudieran habitar juntos. (Génesis 13, 6)
Lot dirigió una mirada a su alrededor, y vio que toda la región baja del Jordán, hasta llegar a Soar, estaba tan bien regada como el Jardín del Señor o como la tierra de Egipto. Esto era antes que el Señor destruyera a Sodoma y Gomorra. (Génesis 13, 10)
Yo haré que tu descendencia sea numerosa como el polvo de la tierra. Si alguien puede contar los granos de polvo, también podrá contar tu descendencia. (Génesis 13, 16)
"Señor, respondió Abrám, ¿cómo sabré que la voy a poseer?". (Génesis 15, 8)
Ya hacía diez años que Abrám vivía en Canaán, cuando Sarai, su esposa, le dio como mujer a Agar, la esclava egipcia. (Génesis 16, 3)
Abrám respondió a Sarai: "Puedes disponer de tu esclava. Trátala como mejor te parezca". Entonces Sarai la humilló de tal manera, que ella huyó de su presencia. (Génesis 16, 6)
Yo te daré en posesión perpetua, a ti y a tus descendientes, toda la tierra de Canaán, esa tierra donde ahora resides como extranjero, y yo seré su Dios". (Génesis 17, 8)
Al cumplir ocho días, serán circuncidados todos los varones de cada generación, tanto los nacidos en la casa como los que hayan sido comprados a un extranjero, a alguien que no es de tu sangre. (Génesis 17, 12)
