Encontrados 41 resultados para: tantos

  • Entre tantos títulos de gloria, tomó a Jafa y la hizo puerto, abriéndose un camino para comunicarse con las islas del mar. (1 Macabeos 14, 5)

  • Pues comprobamos que estos libros contienen muchísimas cifras y sabemos que, a los que quieren estudiar la historia, se les hace difícil informarse de tantos hechos; (2 Macabeos 2, 24)

  • El, que había privado de sepultura a tantos, murió sin que nadie llorase por él; no recibió honras fúnebres ni tuvo un lugar en el sepulcro de sus padres. (2 Macabeos 5, 10)

  • En sólo tres días hubo ochenta mil víctimas; cuarenta mil perecieron en la matanza y otros tantos fueron vendidos como esclavos. (2 Macabeos 5, 14)

  • Y tú, que has inventado tantos suplicios en contra de los hebreos, no escaparás de las manos de Dios. (2 Macabeos 7, 31)

  • Castigo justísimo para el que había cometido tantos delitos contra el altar cuyo fuego y cenizas son santos; en la ceniza encontró la muerte. (2 Macabeos 13, 8)

  • y dirás: "¿Cómo pude rechazar las advertencias y despreciar tantos sabios consejos? (Proverbios 5, 12)

  • ¡Oh mal deseo, ¿de dónde saliste para cubrir la tierra de tantos embustes?! (Sirácides (Eclesiástico) 37, 3)

  • «¿Por qué tantos sacrificios en mi honor? -dice Yavé. Ya estoy saciado de sus animales, de la grasa de sus terneros. No me agrada la sangre de sus novillos, de sus corderos y chivos. (Isaías 1, 11)

  • ¿Dónde está ahora la ciudad orgullosa, que tenía tantos años de antigüedad y que llegó muy lejos en sus andanzas para establecerse allá sus sucursales? (Isaías 23, 7)

  • Te cansas con tantos consejos. Que se presenten y que te salven los que describen los cielos y observan las estrellas, y te dan a conocer, cada mes, lo que te sucederá. (Isaías 47, 13)

  • Pues tus lugares abandonados, tus ciudades destruidas y tu país arruinado se harán estrechos para tantos habitantes, mientras que tus destructores se habrán ido. (Isaías 49, 19)


“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina