Encontrados 12 resultados para: rumor

  • Yavé les habló entonces en medio del fuego. Ustedes oyeron el rumor de las palabras, pero no vieron figura alguna, sólo oían una voz. (Deuteronomio 4, 12)

  • Todavía estaban en camino, cuando llegó a oídos de David el rumor de que Absalón había dado muerte a todos los hijos del rey, sin que escapara ninguno. (2 Samuel 13, 30)

  • Al oír el rumor del pueblo, Atalía se acercó al gentío que rodeaba la Casa de Yavé. (2 Reyes 11, 13)

  • ¿Acaso debí temer al rumor público hasta quedarme callado y encerrado en mi casa? (Job 31, 34)

  • Escuchen el estruendo de su voz, el rumor que sale de su voz, (Job 37, 2)

  • Levantando sus ojos vieron, en medio de un rumor confuso, mucho equipaje; el esposo, sus amigos y hermanos avanzaban hacia ellos con tamboriles, instrumentos musicales y armas numerosas. (1 Macabeos 9, 39)

  • Al correrse el falso rumor de que Antíoco había muerto, Jasón, reuniendo unos diez mil hombres, asaltó de improviso la ciudad. Se defendieron desde las murallas, pero una vez tomadas éstas, toda la ciudad cayó en manos de Jasón, mientras que Menelao se refugió en la fortaleza. (2 Macabeos 5, 5)

  • No maldigas al rey ni siquiera de pensamiento; ni maldigas al poderoso, ni siquiera en el secreto de tu pieza: un pajarito del cielo podría llevarle el rumor, un par de alas le daría a conocer el asunto. (Eclesiastés (Qohelet) 10, 20)

  • Todo eso pasó como una sombra, como un rumor que se disipa, (Sabiduría 5, 9)

  • Pero que no desfallezca su corazón ni se asuste por las noticias que circularán por el país, pues un año correrá un rumor, al año siguiente, otro; la violencia se impondrá en el país y un tirano derrocará a otro. (Jeremías 51, 46)

  • Su cuerpo era como de crisólito, su rostro era como el brillo del relámpago, sus ojos como antorchas encendidas, sus brazos y piernas brillantes como bronce pulido, y el rumor de sus palabras como el rumor de una multitud (Daniel 10, 6)

  • Por esta razón corrió entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no iba a morir. Pero Jesús no dijo que no iba a morir, sino simplemente: «Si yo quiero que permanezca hasta mi vuelta, ¿a ti qué te importa?» (Evangelio según San Juan 21, 23)


“O trabalho é tão sagrado como a oração”. São Padre Pio de Pietrelcina