Encontrados 50 resultados para: repente

  • Anunciaron al rey de Egipto que el pueblo de Israel se había marchado. De repente, Faraón y su gente cambiaron de parecer respecto al pueblo. Dijeron: «¿Qué hemos hecho? Dejamos que se fueran los israelitas, y ya no estarán para servirnos.» (Exodo 14, 5)

  • Si alguien muere de repente junto a él, y con esto su cabeza consagrada ha quedado impura, se rapará la cabeza el día que se purifique, y se la rapará otra vez al séptimo día. (Números 6, 9)

  • De repente Yavé les dijo a Moisés, Aarón y Miriam: "¡Salgan los tres del campamento y vayan a la Tienda de las Citas!" Salieron pues los tres. (Números 12, 4)

  • Gedeón lo hizo así. En ese momento el Angel de Yavé extendió el bastón que tenía en la mano y tocó la carne y los panes. De repente una llamarada salió de la roca. El fuego quemó la carne y los panes y el Angel de Yavé desapareció. (Jueces 6, 21)

  • dijo a todos sus servidores que estaban con él en Jerusalén: «Huyamos luego, porque no podemos resistir a Absalón. Salgamos sin demora, no sea que nos ataque de repente, nos inflija una derrota y pase la ciudad a cuchillo.» (2 Samuel 15, 14)

  • De repente aparecieron los sabeos y se los llevaron y a los servidores los pasaron a cuchillo. Sólo yo pude escapar para traerte la noticia.» (Job 1, 15)

  • De repente sopló un fuerte viento del desierto y sacudió las cuatro esquinas de la casa; ésta se derrumbó sobre los jóvenes y han muerto todos. Sólo yo pude escapar para traerte la noticia.» (Job 1, 19)

  • Pero mira: ¡cómo se asustan de repente: Dios estaba entre los justos! (Salmos 14, 5)

  • ¡Mira cómo se asustan de repente! les cae una desgracia inesperada. Dios dispersa los huesos del renegado; todos se ríen de ellos: "¡Cómo Dios los ha rechazado!" (Salmos 53, 6)

  • Pero Dios les lanza sus flechas, y se ven heridos de repente. (Salmos 64, 8)

  • Y cuando se hubo ganado su confianza, cayó de repente sobre la ciudad, y descargó un terrible golpe, matando a muchísima gente de Israel. (1 Macabeos 1, 30)

  • Apenas terminó de hablar, asaltó de repente a los enemigos. Serón y su ejército fueron derrotados. (1 Macabeos 3, 23)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina