Encontrados 23 resultados para: quédense
Entonces dijo a los muchachos: «Quédense aquí con el burro. El niño y yo nos vamos allá arriba a adorar, y luego volveremos donde ustedes.» (Génesis 22, 5)
Quédense a vivir con nosotros, pues todo el territorio está a disposición de ustedes; habiten en él, muévanse libremente y adquieran propiedades en ella.» (Génesis 34, 10)
El mayordomo les dijo: «Quédense tranquilos y no tengan miedo. El Dios de ustedes y el Dios de su padre les ha puesto ese tesoro en sus bolsas, pues yo recibí toda su plata.» Y en seguida les devolvió a Simeón. (Génesis 43, 23)
Acuérdense de que Yavé les ha dado el sábado, y por esto el día sexto les ha doblado la ración. Quédense cada uno en su casa y que nadie se mueva el día séptimo.» (Exodo 16, 29)
En cuanto David lo supo, man dó gente que los fuera a encontrar, con este mensaje: «Quédense en Jericó hasta que la bar ba les vuelva a crecer, y después volverán.» Pues esos hombres estaban muy avergonzados. (2 Samuel 10, 5)
Godolías les declaró con juramento a ellos y a sus hombres: «No teman estar al servicio de los caldeos, quédense en el país y sirvan al rey de Babilonia, y les irá bien.» (2 Reyes 25, 24)
David supo lo que les había pasado y envió gente a su encuentro ya que venían muy avergonzados. El rey dijo: «Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba, y después vuelvan.» (1 Crónicas 19, 5)
Si tienen rabia, no se arriesguen, guárdenlo para ustedes, en la cama, y quédense luego callados. (Salmos 4, 5)
y les dio esta orden: «Quédense al frente del pueblo, pero no ataquen a los paganos hasta que hayamos regresado.» (1 Macabeos 5, 19)
Embrutézcanse y pónganse tontos, anden ciegos, sin vista, quedense ebrios, pero no por el vino, maréense, pero no por el licor. (Isaías 29, 9)
Godolías, hijo de Ajigam, nieto de Safán, les hizo este juramento a ellos y a su gente: «No teman a los jefes de los caldeos, quédense en el país, obedezcan al rey de Babilonia y en todo les irá bien. (Jeremías 40, 9)
Quédense, pues, con los ídolos que se han fabricado, con Sicut, su rey, y la estella de Queván, su dios, (Amós 5, 26)