Encontrados 13 resultados para: preparar

  • Faraón hizo preparar su carro y llevó consigo su gente. (Exodo 14, 6)

  • Aarón quemará cada mañana sobre él incienso aromático, al preparar las lámparas, (Exodo 30, 7)

  • Y mandó llamar a Barac, hijo de Abinoam, que era del pueblo de Cadés de Neftalí, y le dijo: «Esta es una orden de Yavé: Ve a preparar una concentración en el cerro Tabor; tomarás contigo a diez mil hombres de las tribus de Neftalí y de Zabulón, (Jueces 4, 6)

  • Ella le respondió: «Por Yavé, tu Dios, no tengo ni una torta; no me queda nada de pan, sólo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en un cántaro. Estaba recogiendo un par de palos para el fuego y ahora vuelvo a casa a preparar esto para mí y mi hijo. Cuando lo hayamos comido, no nos quedará más que esperar la muerte.» (1 Reyes 17, 12)

  • y los míos trabajarán con los tuyos para preparar la gran cantidad de madera, pues la casa que yo deseo construir ha de ser grande y magnífica. (2 Crónicas 2, 8)

  • Escucha mi oración y la de estos que solamente desean honrar tu Nombre. Te ruego me ayudes ahora. Haz que sea bien recibido por el rey.» Yo, entonces, era encargado de preparar las bebidas para el rey. (Nehemías 1, 11)

  • vámonos nosotros delante para preparar la casa antes de que llegue tu esposa. (Tobías 11, 3)

  • Su esposa y sus amigos lo aconsejaron entonces: «Manda preparar una horca de unos veinticinco metros de alto y mañana temprano le pides al rey que haga colgar de ella a Mardoqueo. Así podrás ir sin problemas al banquete que te tienen ofrecido.» Le pareció buena la idea a Amán y mandó que levantaran una horca. (Ester 5, 14)

  • Peor todavía si dices que no encuentras a Dios, y que después de preparar tu defensa lo esperas. (Job 35, 14)

  • Tú visitas la tierra y le das agua, tú haces que dé sus riquezas. Los arroyos de Dios rebosan de agua para preparar el trigo de los hombres. Preparas la tierra, (Salmos 65, 10)

  • lo mismo que no resulta nada fácil preparar un banquete que sea del gusto de todos. Pero hacemos como el organizador del banquete y soportamos con gusto esta fatiga para complacer a otros. (2 Macabeos 2, 27)

  • Vivía en ese tiempo en Judea el profeta Habacuq; éste acababa de preparar un guiso y de picar pan en un plato, y se dirigía al campo para llevárselo a los segadores. (Daniel 14, 33)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina