Encontrados 42 resultados para: podían

  • porque los dos eran muy ricos y no podían vivir juntos, ya que no cabían sus rebaños en la tierra que habitaban. (Génesis 36, 7)

  • Sus hermanos, viendo que su padre le prefería a sus otros hijos, comenzaron a odiarlo hasta tal punto que no podían conversar con él. (Génesis 37, 4)

  • José dijo a sus hermanos: «Yo soy José. ¿Vive aún mi padre?» Ellos quedaban tan aterrados de verlo que no podían responderle. (Génesis 45, 3)

  • Pero, mientras tanto, los egipcios tuvieron que cavar pozos en los alrededores del río en busca de agua potable, porque no podían beber del río. (Exodo 7, 24)

  • No podían verse unos a otros, ni nadie pudo moverse durante los tres días; pero había luz para los hijos de Israel en todos sus poblados. (Exodo 10, 23)

  • Atascó las ruedas de sus carros, que no podían avanzar sino con gran dificultad. Entonces los egipcios dijeron: «Huyamos de Israel, porque Yavé pelea con ellos contra nosotros.» (Exodo 14, 25)

  • Cada conjunto tenía por ambas partes cincuenta cordones, dispuestos de tal modo que el uno correspondía al otro, y se podían ajustar entre sí. (Exodo 36, 12)

  • El mismo los vendió a sus enemigos que de todas partes se echaban sobre ellos, y no podían hacerles frente. (Jueces 2, 14)

  • Jonatán y Ajimás estaban junto a la fuente de Roguel. Una sirvienta fue a avisarles para que ellos fueran a comunicarlo al rey, pues no podían dejarse ver entrando en la ciudad. (2 Samuel 17, 17)

  • El rey Salomón y toda la comunidad de Israel, reunida con él ante el Arca, sacrificaron ovejas y bueyes en tal cantidad que no se podían contar. (1 Reyes 8, 5)

  • Sus habitantes, de débiles manos, confusos y aterrados, no podían hacer nada. Fueron como hierba del campo, hierba de tejado, pasto quemado por el viento de oriente. (2 Reyes 19, 26)

  • Los sacerdotes que habían servido en los santuarios de las lomas fueron mantenidos como los de Jerusalén, pero no podían ofrecer los sacrificios en la Casa de Yavé. (2 Reyes 23, 9)


“Na igreja se fala somente com Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina