Encontrados 241 resultados para: pez

  • El joven bajó al río para lavarse los pies, cuando del agua saltó un gran pez que por poco le devora el pie. Tobías gritó, (Tobías 6, 3)

  • pero el ángel le dijo: «Tómalo y no lo dejes escapar.» El joven se apoderó del pez y lo sacó a tierra. (Tobías 6, 4)

  • El joven abrió el pez y sacó la hiel, el corazón y el hígado. Luego cocieron el pez y se lo comieron. Después continuaron su camino hasta cerca de Media. (Tobías 6, 6)

  • El joven preguntó al ángel: «Hermano Azarías, ¿qué remedios son el corazón, el hígado y la hiel del pez?» (Tobías 6, 7)

  • Le respondió: «Si se quema el corazón o el hígado del pez ante un hombre o mujer atormentados por un espíritu malo, el mal desaparece para siempre. (Tobías 6, 8)

  • Cuando entres en la habitación de los esposos, toma el corazón del pez y parte del hígado y ponlo sobre las brasas del perfumador. (Tobías 6, 16)

  • Tobías recordó las palabras de Rafael y, tomando el hígado y el corazón del pez que tenía en la bolsa, los puso en las brasas del perfumador. (Tobías 8, 2)

  • El olor del pez hizo huir al demonio hacia las regiones altas de Egipto, donde Rafael lo encadenó. (Tobías 8, 3)

  • Ella se Tobantó y empezaron a orar, pidiendo que se les concediera la vida. Empezaron así: «Bendito seas, Dios de nuestros padres, y bendito sea tu Nombre santo y glorioso por los siglos de los siglos; ¡que los cielos y todas tus creaturas te bendigan! (Tobías 8, 5)

  • Untale los ojos con la hiel del pez; él los frotará y caerán como escamas de sus ojos. Recobrará la vista y verá la luz.» (Tobías 11, 8)

  • Y se puso a llorar. Tobit también se Tobantó y, a tropezones, llegó a la puerta del patio. (Tobías 11, 10)

  • Tobías corrió hacia él, lTobando en la mano la hiel del pez; sopló sobre los ojos, lo abrazó, y le dijo: «Padre, ten confianza.» (Tobías 11, 11)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina