Encontrados 898 resultados para: país

  • Luego se volvieron y llegaron hasta la fuente de Misfat, o sea Cadés, y arrasaron todo el país de los amalecitas y de los amorreos que vivían en Asasontamar. (Génesis 14, 7)

  • El país de los quenitas, de los ceniceos, y de los cadmoneos, (Génesis 15, 19)

  • Llamó entonces Abimelec a Abrahán y le dijo: «¡En qué lío nos metiste! ¿En qué te he ofendido, para que traigas sobre mí y mi país un pecado tan grande? Te has portado como no debe hacerse.» (Génesis 20, 9)

  • Después de haber hecho el pacto en Bersebá, Abimelec y Ficol, general de sus tropas, volvieron al país de los filisteos. (Génesis 21, 32)

  • Abrahán estuvo todavía mucho tiempo viviendo en el país de los filisteos. (Génesis 21, 34)

  • en la ciudad de Kiriat-Arbe -o sea, Hebrón-, en el país de Canaán. Abrahán hizo duelo por ella y la lloró. (Génesis 23, 2)

  • sino que irás a mi país, a buscar entre mi parentela una mujer para mi hijo Isaac.» (Génesis 24, 4)

  • Pues Yavé, Dios del cielo y de la tierra, que me sacó de la familia de mi padre y del país donde nací, me prometió con juramento que entregaría este país a mis descendientes. Y enviará a su Angel delante de ti, para que traigas de allá una mujer para mi hijo. (Génesis 24, 7)

  • Luego el servidor escogió diez camellos entre los de su patrón y se puso en marcha, llevando todo lo mejor que poseía Abrahán. Y caminó hasta que alcanzara la ciudad de Najor, en el país de Aram. (Génesis 24, 10)

  • Mi patrón me hizo jurar y me ordenó: «No buscarás esposa para mi hijo de entre las mujeres cananeas, en cuyo país vivo, (Génesis 24, 37)

  • Hubo hambre en el país, -ésta no se debe confundir con la primera hambruna que hubo en tiempos de Abrahán- y fue Isaac a Guerar, hacia Abimelec, rey de los filisteos. (Génesis 26, 1)

  • Cuando la gente de aquel país le preguntaba quién era la mujer que iba con él, les decía: «Es mi hermana». Porque tenía miedo a decir que era su esposa, para que no lo fueran a matar por causa de Rebeca, que era muy bonita. (Génesis 26, 7)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina