Encontrados 17 resultados para: mortales

  • Miró Dios a la tierra, y vio que estaba corrompida, pues todos los mortales en la tierra seguían los caminos del mal. (Génesis 6, 12)

  • «Que Yavé, Dios de los espíritus de todos los mortales, designe un hombre para estar al frente de esta comunidad, (Números 27, 16)

  • Los consumirán el hambre, la peste y las fiebres mortales. Dientes de fiera mandaré contra ellos, y el veneno de los reptiles. (Deuteronomio 32, 24)

  • Todos somos mortales y así como el agua que se derrama en tierra no se puede recoger, así tampoco Dios devuelve la vida. Vaya, pues, pensando el rey cómo hacerlo para que el desterrado no siga lejos de él. (2 Samuel 14, 14)

  • las redes de la muerte me cercaban, ante mí estaban tendidas trampas mortales. (Salmos 18, 6)

  • tú que devuelves al polvo a los mortales, y les dices:"¡Váyanse, hijos de Adán!". (Salmos 90, 3)

  • Porque aparecerá la gloria de Yavé y todos los mortales a una verán que Yavé fue el que habló. (Isaías 40, 5)

  • Así queda descalificada la sabiduría de los mortales. El platero debería avergonzarse de su ídolo, porque sus estatuas no son más que mentira, que nunca respiran. (Jeremías 10, 14)

  • «Mira, yo soy Yavé, el Dios de todos los mortales; para mí nada es imposible. (Jeremías 32, 27)

  • ¿Y tú reclamas para ti cosas extraordinarias? No reclames tanto, pues voy a descargar calamidades sobre todos los mortales, dice Yavé, pero a ti te concederé la vida. La guardarás como un premio por dondequiera que vayas.» (Jeremías 45, 5)

  • A mí se me ha revelado este secreto, no porque tenga una sabiduría superior a la de los mortales, sino con el fin de que todos conozcan la interpretación de tu sueño. (Daniel 2, 30)

  • Entonces el resto de Jacob será en medio de numerosos pueblos como rocío enviado por Yavé, como gotas de lluvia sobre el pasto, pues ya no esperarán más en los hombres ni pondrán en los mortales su confianza. (Miqueas 5, 6)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina