Encontrados 28 resultados para: mirar

  • Y se dijo: «Voy a dar una vuelta para mirar esta cosa tan extraordinaria:¿por qué la zarza no se consume?» (Exodo 3, 3)

  • Yavé vio que Moisés se acercaba para mirar; Dios lo llamó de en medio de la zarza: «¡Moisés, Moisés!», y él respondió: «Aquí estoy.» (Exodo 3, 4)

  • Tus hijos y tus hijas serán entregados a pueblos extranjeros y enfermerás con tanto mirar hacia ellos, pero no podrás hacer nada. (Deuteronomio 28, 32)

  • y le hizo el siguiente voto: «¡Oh Yavé de los Ejércitos! Si es que te dignas mirar la aflicción de tu esclava, te acuerdas de mí y no me olvidas, dame un hijo varón. Yo te lo entregaré por todos los días de su vida y la navaja no pasará por su cabeza.» (1 Samuel 1, 11)

  • En Bet-Semes Yavé hizo perecer a setenta personas que se atrevieron a mirar el Arca. Al ver esto, todo el pueblo se apenó mucho. (1 Samuel 6, 19)

  • David salió también de la caverna detrás de él y lo llamó: «¡Oh rey, mi señor!» Saúl se volvió para mirar y vio que David estaba inclinado hasta tocar el polvo con su cara. (1 Samuel 24, 9)

  • Dijo a su muchacho: «Sube y mira para el mar.» Este fue a mirar, y dijo: «No veo nada.» Elías ordenó: «Vuelve hasta siete veces.» (1 Reyes 18, 43)

  • Yo había hecho ese pacto con mis ojos de ni siquiera mirar a una doncella. (Job 31, 1)

  • Guarda mis ojos de mirar cosas vanas, me darás vida en tus caminos. (Salmos 119, 37)

  • Es mejor morir en la lucha que vivir para mirar las desgracias de nuestra nación y del Lugar Santo. En todo hágase la voluntad del Cielo.» (1 Macabeos 3, 59)

  • No se podía mirar el rostro del Sumo Sacerdote sin quedar impresionado, pues su aspecto y su palidez demostraban la angustia de su alma. (2 Macabeos 3, 16)

  • brincando por los cerros, mi amado, como una gacela o un cabrito. Ahora se detiene detrás de nuestra cerca, y se pone a mirar por las ventanas, a espiar por las rejas. (Cantar 2, 9)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina