Encontrados 10 resultados para: incensario

  • Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, pusieron fuego en ellos y, sobre este fuego, incienso que ofrecieron a Yavé. Pero este fuego no correspondía a sus órdenes. (Levítico 10, 1)

  • Tomará del altar que está ante Yavé un incensario lleno de brasas y dos puñados de incienso aromático en polvo y lo llevará todo detrás del velo. Pondrá el incienso sobre el fuego delante de Yavé de manera que la nube del incienso envuelva el Lugar del Perdón que está encima del Arca, no sea que muera. (Levítico 16, 12)

  • Que cada uno tome su incensario y le ponga incienso, luego cada uno hará sus incensaciones en presencia de Yavé (¡doscientos cincuenta incensarios!). Tú y Aarón tendrán cada uno su incensario". (Números 16, 17)

  • Tomó pues cada uno su incensario, le puso fuego e incienso y se presentó a la entrada de la Tienda de las Citas, junto con Moisés y Aarón. (Números 16, 18)

  • Moisés le dijo entonces a Aarón: "Toma tu incensario, pon en él fuego del altar, échale luego incienso y corre hacia la comunidad con tu incensario. Harás la expiación por ellos, porque se ha desencadenado la cólera de Yavé y ha comenzado el castigo. (Números 17, 11)

  • Entonces Ozías, que tenía en la mano un incensario para ofrecer incienso, se enfureció y mientras que se enojaba contra los sacerdotes brotó la lepra en su frente, a vista de los sacerdotes, en la Casa de Yavé, junto al altar del incienso. (2 Crónicas 26, 19)

  • como el fuego y el aroma del incensario, como un vaso de oro macizo adornado con toda clase de piedras preciosas, (Sirácides (Eclesiástico) 50, 9)

  • Había allí setenta hombres, cada uno con su incensario en la mano, y el humo del incienso se elevaba. Eran los ancianos de Israel y entre ellos reconocí a Jeconías, hijo de Safán. (Ezequiel 8, 11)

  • Otro ángel vino y se paró delante del altar de los perfumes con un incensario de oro. Se le dieron muchos perfumes: las oraciones de todos los santos que iba a ofrecer en el altar de oro colocado delante del trono. (Apocalipsis 8, 3)

  • Después, el ángel tomó su incensario, lo llenó con brasas del altar y las arrojó sobre la tierra: hubo tremendos truenos, relámpagos y terremotos. (Apocalipsis 8, 5)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina