Encontrados 17 resultados para: hermosas

  • los hijos de Dios se dieron cuenta de que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron por esposas aquellas que les gustaron. (Génesis 6, 2)

  • cuando vio que salían del río siete vacas hermosas y muy gordas, que se pusieron a pastar entre los juncos. (Génesis 41, 2)

  • Pero las siete vacas feas y flacas se comieron a las siete vacas gordas y hermosas. Entonces Faraón se despertó. (Génesis 41, 4)

  • cuando de pronto subieron del río siete vacas hermosas y muy gordas que se pusieron a pastar entre los juncos. (Génesis 41, 18)

  • Las espigas vacías se tragaron a las espigas hermosas. Se lo he contado a los adivinos, pero ninguno de ellos me lo ha podido explicar.» (Génesis 41, 24)

  • Las siete vacas hermosas, al igual que las siete espigas granadas, son siete años de abundancia. (Génesis 41, 26)

  • ¡Qué hermosas son tus tiendas, oh Jacob, tus moradas, oh Israel! (Números 24, 5)

  • Hay tres cosas que hallo hermosas, y que son hermosas tanto para Dios como para los hombres: la unión entre hermanos, la amistad entre prójimos y la perfecta armonía entre marido y mujer. (Sirácides (Eclesiástico) 25, 1)

  • Hay nueve cosas que considero hermosas, y a esas añadiría una décima: el que se siente feliz con sus hijos; el que ve antes de morir la ruina de sus enemigos. (Sirácides (Eclesiástico) 25, 7)

  • ¡Qué hermosas son las obras del Señor! Todo lo que él decide ocurre en el momento preciso. No hay pues que decir: ¿Qué es eso? ¿Por qué aquello? porque todo será útil a su debido tiempo. (Sirácides (Eclesiástico) 39, 16)

  • ¡Qué hermosas son todas sus obras:¡ qué encanto contemplar hasta la más pequeña chispa! (Sirácides (Eclesiástico) 42, 22)

  • En mis oídos ha resonado la palabra de Yavé de los Ejércitos: «Han de quedar en ruinas muchas casas grandes y hermosas, y no habrá quien las habite. (Isaías 5, 9)


“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina