Encontrados 1694 resultados para: había

  • Me volví para ver quién me hablaba. Detrás de mí había siete candeleros de oro, (Apocalipsis 1, 12)

  • Después de esto miré. Vi una puerta abierta en el cielo y la voz que antes había oído semejante a una trompeta me decía: «Sube aquí y te mostraré lo que va a suceder en seguida.» (Apocalipsis 4, 1)

  • Yo lloraba mucho al ver que nadie había sido hallado digno de abrir el libro ni de leerlo. (Apocalipsis 5, 4)

  • Y tocó el quinto ángel. Vi entonces una estrella que había caído del cielo a la tierra. Le fue entregada la llave del pozo del abismo. (Apocalipsis 9, 1)

  • Entonces el ángel que había visto de pie sobre el mar y la tierra levantó su mano derecha al cielo (Apocalipsis 10, 5)

  • apenas se oiga el sonido de la trompeta del séptimo ángel, se habrá cumplido el plan misterioso de Dios, tal como lo había hecho esperar por medio de sus siervos los profetas.» (Apocalipsis 10, 7)

  • La voz que me había hablado desde el cielo se dirigió de nuevo a mí y me dijo: «Acércate al ángel que está de pie sobre el mar y la tierra, y toma el librito que tiene abierto en la mano.» (Apocalipsis 10, 8)

  • Cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra, se puso a perseguir a la mujer que había dado a luz al varón. (Apocalipsis 12, 13)

  • pero la tierra vino en ayuda de la mujer. Abrió la tierra su boca, y se tragó el río que el dragón había vomitado. (Apocalipsis 12, 16)

  • Se postraron ante el dragón que había entregado el poderío a la bestia, y se postraron también ante la bestia, diciendo: «¿Quién hay como la bestia? ¿Quién puede competir con ella?» (Apocalipsis 13, 4)

  • El ángel me llevó en espíritu al desierto: era una nueva visión. Había allí una mujer sentada sobre una bestia de color rojo, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Esta bestia estaba cubierta de títulos y frases que ofendían a Dios. (Apocalipsis 17, 3)

  • Y observé que la mujer se había embriagado con la sangre de los santos y de los mártires de Jesús. Esta visión me dejó muy sorprendido, (Apocalipsis 17, 6)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina