Encontrados 30 resultados para: funcionarios

  • Sucedió tiempo después, que dos funcionarios, el que preparaba las bebidas para el rey de Egipto, y el panadero principal, cometieron algunas faltas contra su señor el rey de Egipto. (Génesis 40, 1)

  • les tomará la décima parte de sus sembrados y de sus viñas para sus funcionarios y servidores; (1 Samuel 8, 15)

  • Cierto día, Adonías hizo un sacrificio de corderos, bueyes y terneros gordos, cerca de la piedra de Zojelat, que está junto a la fuente Roguel. Invitó a todos los hijos del rey, sus hermanos, y a todos los funcionarios reales nacidos en Judá; (1 Reyes 1, 9)

  • Joaquín, rey de Judá, se rindió junto con su madre, sus servidores, sus jefes y sus funcionarios. (2 Reyes 24, 12)

  • También Nabucodonosor se llevó a Joaquín con su madre, sus mujeres y los funcionarios del palacio, y toda la gente valiosa. (2 Reyes 24, 15)

  • David reunió en Jerusalén a todos los jefes de Israel, los jefes de las tribus, los jefes de las secciones al servicio del rey, los jefes de mil y de cien, los administradores de las posesiones y ganados del rey, y de sus hijos, a los funcionarios, a los héroes y a los más valientes del ejército. (1 Crónicas 28, 1)

  • «Rejum, gobernador, y Simsay, secretario, y demás colegas, los jueces y legados, funcionarios persas; las gentes de Erec, de Babilonia y de Susa, es decir, los elamitas (Esdras 4, 9)

  • Y se entregaron los decretos del rey a sus gobernadores y a los funcionarios del lado de acá del río, los cuales favorecieron al pueblo y a la Casa de Dios. (Esdras 8, 36)

  • Después, como homenaje a Ester, dio el rey un gran banquete a todos sus ministros y funcionarios, decretó un día feriado para todas las provincias y repartió regalos a manos llenas. (Ester 2, 18)

  • Si tú quieres, podemos dictar un decreto para acabar con ellos, y yo, en cambio, depositaré a cuenta del tesoro real más de diez mil talentos en manos de tus funcionarios.» (Ester 3, 9)

  • «Todos los funcionarios del rey y el pueblo en general saben que cualquiera, sea hombre o mujer, que entre sin haber sido llamado a los aposentos privados del rey, está por ley condenado a muerte, a no ser que el rey le tienda su bastón de oro perdonándole la vida. Hace ya treinta días que el rey no me invita a visitarlo.» (Ester 4, 11)

  • y delante de ellos se puso a hablar de su deslumbrante riqueza, de sus numerosos hijos, de todo lo que el rey había hecho para encumbrarlo y ponerlo por encima de todos sus ministros y funcionarios. (Ester 5, 11)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina