Encontrados 11 resultados para: frutas

  • Tampoco rebusques en tus viñas, ni recojas de tus huertos las frutas caídas. Las dejarás al pobre y al forastero: ¡yo soy Yavé, tu Dios! (Levítico 19, 10)

  • Allí tomaron de las frutas del valle y, al volver, nos contaron cómo les había ido. Nos dijeron: Buena es la tierra que Yavé nos da . (Deuteronomio 1, 25)

  • Apenas pasó David la cumbre, vino a su encuentro Sibá, servidor de Mipibaal, con un par de burros cargados con doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutas de la estación y un botellón de vino. (2 Samuel 16, 1)

  • Como el rey le preguntaba qué iba a hacer con eso, respondió: «Los burros son para que monte en ellos la familia del rey; el pan y las frutas, para que se alimenten los jóvenes; el vino, para que beban los que se cansen en el desierto.» (2 Samuel 16, 2)

  • Uno de ellos salió al campo para recoger verduras; halló una planta silvestre y tomó de ella frutas venenosas hasta llenar su capa. Cuando estuvo de vuelta las cortó en pedazos en la olla donde se preparaba el caldo, pues no sabía lo que era. (2 Reyes 4, 39)

  • De esta Ley brotan los ríos de la sabiduría, semejantes al Pisón o al Tigris en la estación de las frutas. (Sirácides (Eclesiástico) 24, 25)

  • En las márgenes del torrente, desde principio a fin, crecerán toda clase de árboles frutales; su follaje no se secará, tendrán frutas en cualquier estación: Producirán todos los meses gracias a esa agua que viene del santuario. La gente se alimentará con sus frutas y sus hojas les servirán de remedio. (Ezequiel 47, 12)

  • El Señor puso ante mis ojos un canasto con frutas maduras, (Amós 8, 1)

  • y me dijo: «¡Qué ves, Amos?» Yo respondí: «Una canasta de frutas maduras.» Yavé me dijo: «También está maduro mi pueblo de Israel, el fin ha llegado; ya no le perdonaré más. (Amós 8, 2)

  • Entonces traeré de vuelta a los exiliados de mi pueblo Israel: volverán a construir sus ciudades en ruinas y morarán en ellas; plantarán sus viñas y beberán su vino; cultivarán sus huertos y podrán comer sus frutas. (Amós 9, 14)

  • Dirán: «Ya no verás más las frutas que ansiabas. Se acabó para ti el lujo y esplendor, y jamás volverán.» (Apocalipsis 18, 14)


“Comunguemos com santo temor e com grande amor.” São Padre Pio de Pietrelcina