Encontrados 10 resultados para: dejaba

  • Entonces David les hizo creer que había perdido la razón y se portaba como un loco: hacía como que tocaba el tambor en las puertas y dejaba que le corriera la saliva por la barba. (1 Samuel 21, 14)

  • Devastaba la comarca y no dejaba con vida hombre ni mujer; se apoderaba de las ovejas, bueyes, burros, camellos y vestidos, y volvía donde Aquís. (1 Samuel 27, 9)

  • David no dejaba hombre ni mujer c vida, para no tener que llevarlos a Gat, pues decía: «No sea que hablen contra nosotros y nos denuncien a los filisteos.» De esta forma se comportó David todo el tiempo que habitó en el país de los filisteos. (1 Samuel 27, 11)

  • Pero apenas entraba en las ciudades, Tolomeo dejaba en ellas guarniciones. (1 Macabeos 11, 3)

  • Pero, al actuar Antíoco en forma tan insolente, no sabía que el Señor lo dejaba profanar su Templo para castigar a los habitantes de la ciudad, porque sus pecados lo habían hecho enojarse. (2 Macabeos 5, 17)

  • Tomando la copa de vino, dejaba que corriera suavemnte el jugo de la uva al pie del altar, como perfume agradable para el Altísimo, el Rey del universo. (Sirácides (Eclesiástico) 50, 15)

  • Por esta grandeza que le dio, todos los pueblos de distintos idiomas temblaban de miedo en su presencia. Hacía desaparecer o dejaba con vida a quien se le antojaba, daba poder o se lo quitaba a quien quería. (Daniel 5, 19)

  • Pues antes ni los hombres recibían su salario ni los animales su alimento; nadie podía viajar de un lado a otro con tranquilidad, debido al enemigo, pues yo dejaba que cada uno se lanzara contra su prójimo. (Zacarías 8, 10)

  • Jesús sanó a muchos enfermos con dolencias de toda clase y expulsó muchos demonios; pero no los dejaba hablar, pues sabían quién era. (Evangelio según San Marcos 1, 34)

  • Durante varios días navegamos lentamente, y con muchas dificultades llegamos frente a Cnido. Como el viento no nos dejaba entrar en ese puerto, navegamos al abrigo de Creta, dando vista al cabo Salmón. (Hecho de los Apóstoles 27, 7)


“Mesmo a menor transgressão às leis de Deus será levada em conta.” São Padre Pio de Pietrelcina